1. La llamada


    Fecha: 30/01/2025, Categorías: Hetero Autor: korzy, Fuente: TodoRelatos

    ... suavemente, ¿Tu te estás tocando?
    
    – Bueno, un poquito. Me estoy rozando con los dedos por encima de las braguitas.
    
    – Ummm… qué braguitas llevas? Descríbemelas, porfa..
    
    – Son de encaje, negras, muy pequeñas… Pero no son un hilo tanga, ya no tengo edad para eso.
    
    – ¿Las has elegido para esta llamada?
    
    – Si, me han parecido muy sexis.
    
    – Uau, qué bueno! Me encantaría verlas. Y como es el camisón? También es sexy? También lo has elegido especialmente para hoy?
    
    – Sí. Y también es negro. Y muy escotado y semitransparente. Me lo he comprado todo para esta llamada., ex profeso.
    
    – Joder, Pili, qué nivel, qué detallista has sido siempre… Me encanta que hayas preparado así esta cita telefónica, me emociona, la verdad.
    
    – Jejeje, qué bien, es lo que quería conseguir. ¿Sigues tocándote?
    
    – Sí, no he parado. Pero muy suave, para no adelantar acontecimientos. ¿Y tu?
    
    – Yo también.
    
    – ¿Puedo hacerte una pregunta … íntima?
    
    – Venga.
    
    – ¿Alguna vez, desde que somos cuñados, que ya debe hacer casi cuarenta años, te has masturbado pensando en mí?
    
    – Pues sí, alguna. Más de una, la verdad. ¿Y tú?
    
    – Uff, yo muchas. Desde casi el principio de conocerte ya me ponías cachondo. Por el morbo. Y con los años, me has ido gustando más.
    
    – ¿Por qué?
    
    – Pues porque te has ido haciendo más despreocupada y divertida. Salvando la época negra de tu depre, desde entonces eres de las pocas tías que me la pone dura. Me he hecho muchas pajas pensando en ti.
    
    – ¿Y qué ...
    ... pensabas?
    
    – ¿Quieres que te cuente alguna de las fantasías con las que me he masturbado?
    
    – Sí, venga.
    
    – Pero luego me cuentas tu una tuya, ok?
    
    – Vale. Pero tu primero.
    
    – Ok.
    
    – Pues recuerdo dos bastante claras. Una fue una noche que, si recuerdas, fui yo a Toledo porque habías organizado una salida de bailoteo con una amiga tuya, te acuerdas? Era verano y estuvimos bailando en una terraza hasta la madrugada. Luego ya nos fuimos a tu casa, y cada uno se metió en una habitación hasta la mañana siguiente, que yo ya me volví a Madrid.
    
    – Sí, me acuerdo perfectamente. Salimos con Loli, que era compañera en la agencia.
    
    – Sí. Bueno, pues esa noche fantaseé con que tu y yo nos enrollábamos.
    
    – Ah sí? Y cómo?
    
    – Pues yo salgo a la cocina a por un vaso de agua, y estando allí, me encuentro contigo, que también tienes sed. Yo voy en calzoncillos y tu en camisón, casi como ahora, pero no en plan sexy. El caso es que me dices que te duele el cuello y yo te propongo un masaje. Tu dices que sí y nos vamos a tu cuarto. Allí te siento en el borde de la cama y yo me pongo detrás y comienzo el masaje en los hombros. Te sientes aliviada y emites ruiditos de placer. Al rato te propongo una sensación nueva, que te va a gustar, pero te tienes que tumbar boca abajo. Una vez tumbada, me tumbo yo también, encima de ti, y comienzo a mordisquearte la nuca y la raíz del pelo. La sensación es acojonante. Te empiezas a estremecer y a moverte sensualmente. Me dices que siga, y yo ...