En carretera 1 - Relatos Eróticos

En carretera 1

... tumbada de lado, se había quitado la falda y mostraba su sexo tapado con aquellas minúsculas braguitas.

Se coloco boca arriba y levanto sus piernas

- Aquí si puedes continuar con lo que ibas a hacer.

Levanto un poco sus piernas y fui quitándole las bragas hasta que tuve frente a mi su sexo. No lo pensé más, me agache y hundí mi lengua en ella. Estaba completamente mojada y mientras recorría cada rincón de su sexosentía como se contorsionaba y lanzaba pequeños gemidos contenidos. Introduje un dedo dentro de aquella vulva que parecía un volcán mientras mi lengua seguía acariciando su clítoris. Los pequeños gemidos contenidos se fueron convirtiendo en gemidos de auténtico placer.

- No pares por favor..... que placer me das

Tuvo un par de convulsiones y sentí como se corría, de sus entrañas manaba una fuente que no podía dejar de beber.

Se incorporo y se coloco dándome la espalda con la cabeza por encima del asiento.

-Ahora follame por favor, lo necesito.

Me coloque detrás de ella y subí mis manos desde su cintura hasta llegar a sus senos. Eran grandes y quizás no estaban todo lo duros que debieron estar tiempo atrás pero los acaricié con suavidad. No podía creerme lo que estaba pasando

Al colocarme detrás, prácticamente mi verga quedo a la altura de su vagina, por lo que apenas me apreté contra ella, iba penetrando en su interior hasta que la tuve toda dentro. Comencé a moverme con un ritmo lento que cada vez iba acelerando al mismo ritmo que se ...

... aceleraban sus gemidos

- Dame fuerte

Yo le hice caso y comencé a golpear con fuerza. Ya no pude más y me corrí esparciendo mi semen dentro de ella. Susana correspondió con un gemido que claramente indicaba que se había corrido de nuevo.

Tras permanecer exhaustos unos minutos en un absoluto silencio, se giro hacia mi y beso mis labios con una enorme dulzura. Su lengua buscó la mía y nos besamos un largo rato.

- Si te pido un poco más?

- Probemos.

Me hizo sentar en el asiento y se coloco encima frente a mi.

Mi miembro estaba otra vez duro y no le fue difícil volver a introducirlo hasta dentro.

Me pidió:

- No te muevas

Comenzó a contraer los músculos de su vulva que yo sentía alrededor de mi polla. Su cara estaba descompuesta, el placer se respiraba. No se cuánto tiempo pudimos estar así, pero en mi vida había sentido nada igual. Me dijo:

-Aguanta un poco mi amor

- Lo siento pero no voy a poder- le conteste

- Está bien, déjate llevar

Nos corrimos una vez más juntos. El olor a sexo era muy intenso dentro del coche y nos quedamos abrazados un rato más.

Nos vestimos y salimos a que nos diera el aire.

- Te volveré a ver?

- Soy una mujer casada, si eres capaz de respetar las reglas de la discreción, apuntemos nuestros telefonos, pero nunca debes llamarme ni iniciar una conversación por whatssap. Yo te avisaré cuando llegue el momento.

Apuntamos nuestros numeros, me volvió a besar en los labios y sin decir nada más, se montó de nuevo en ...