1. Mi amigo, apostó y hasta el culo perdió…….


    Fecha: 02/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    Mi amigo, apostó y hasta el culo perdió…….
    
    Estando el año pasado, cuando un amigo mío, visitó mi hacienda, lo invité a salir de cacería. Acompañados por un peón de mi hacienda.
    
    En principio mi amigo, no tenía muchas ganas de acompañarnos, además según nos dijo jamás había salido de cacería.
    
    Pero bueno, desde luego que aparte de los rifles y las escopetas, dentro de todas las cosas que llevamos, algo que no puede faltar en esas salidas, son varias botellas de licor.
    
    Así que prácticamente ya antes de salir, los tres comenzamos a beber, claro que mi amigo, por no estar acostumbrado, el licor lo afectó bien rápido, y de eso nos dimos cuenta.
    
    En cierto momento cuando mi amigo tuvo a tiro a un cochino de monte, lo peor fue que después que le disparó, quizás porque estaba bien mareado por el mucho que había bebido, o porque realmente no sabía ni como como agarrar el arma.
    
    Ya que ni tan siquiera hirió al animal, y el cerdo, así como toda la manada, al escuchar el tiro salieron corriendo, por lo que desaparecieron, fue cuando, el indio, y yo, comenzamos a burlarnos del.
    
    Por su parte mi amigo ni se molestó, la verdad creo que, en realidad, él no quería matar a ese animal.
    
    Pero el peón, junto conmigo insistimos en enseñarle a disparar, comenzamos a practicar, entre tragos, y tiros.
    
    Ya después de un rato, al peón se le ocurrió, decir que como seguramente todos los animales se habían espantado por los tiros, lo mejor era que regresáramos.
    
    Pero mi amigo, y yo ...
    ... habíamos comenzado una especie de competencia de tiro al blanco, al principio, por el placer de hacerlo, pero al rato, a pedido mío comenzamos a apostar.
    
    Hasta que él perdió todo lo poco que llevaba encima, y tras darnos otro trago, le propuse que apostase alguna prenda de su ropa.
    
    Por lo que, al poco rato, sin dejar de beber, y de disparar, teniendo al indio como el encargado de ver quien había dado en el blanco, y quien no, prácticamente mi amigo se había quedado del todo desnudo.
    
    Ya únicamente le quedaban puesto esos pequeños interiores, que parecen pantis de mujer, los que eventualmente también perdió, al fallarle, a una lata vacía de refresco, que el peón colocó, como a veinticinco metros de distancia, de nosotros.
    
    Después de eso, no sé qué le pasó a mi amigo, que pensó que seguramente el próximo tiro, si lo iba a acertar.
    
    Fue cuando mi amigo que, junto con el peón, que ya estaban recogiendo todo, nos dijo, casi cayéndome de la borrachera por tanto beber. “Vamos a ver si ahora si le acierto.”
    
    Yo lo vi y le pregunté. “Está bien, pero dime que apuestas.”
    
    Se lo pregunté porque ya mi amigo lo había perdido todo, lo único que se le ocurrió decirme fue. “Lo que tú quieras.”
    
    El peón, y yo intercambiamos miradas, los dos nos sonreímos, y de inmediato le dije. “Bueno, dispara, pero ya sabes si fallas vas a hacer lo que te ordenemos”.
    
    Ya con el rifle apoyado en su hombro, de momento nos dijo, y si fallo, ¿qué me van a pedir? El mismo nos respondió. “De ...
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