1. Mi amigo, apostó y hasta el culo perdió…….


    Fecha: 02/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... unos veinte metros de mí.
    
    Después de ese doloroso comienzo, el indio continuó metiendo y sacando su verga del culo de mi amigo, sin consideración alguna, y a medida que él lo continuaba sodomizando, mi amigo fue dejando de quejarse, y nuevamente comenzó a mover sus nalgas, restregándolas contra el cuerpo del indio, seguramente buscando sentir más, y más adentro todo el duro miembro del peón.
    
    Al poco rato, mi amigo gemía, pero no por el dolor, sino más bien por el placer, que el peón le estaba haciendo sentir.
    
    Así siguieron, hasta que inevitablemente después de un buen rato de que el indio le estuviera metiendo, y sacando prácticamente toda su verga, mi amigo comenzó a masturbarse otra vez, como loco, hasta que a los pocos segundos se vino.
    
    Cuando finalmente el peón le sacó la verga de su cuerpo, de inmediato le dijo. “Vuelve a lavarte, que de seguro el patrón va querer volverte a ensartar”.
    
    Él sin decir nada al respecto, nuevamente se lavó las nalgas, en la cercana poza, y con sus propios dedos pudo constatar que había expulsado, lo que el indio le había dejado dentro de su cuerpo.
    
    De regreso a donde me encontraba yo, mi amigo me preguntó cuántas horas había dormido, y el indio le respondió, que casi un día entero, seguramente por lo borracho que se encontraba la noche anterior.
    
    Al llegar donde estaba yo, que me encontraba recostado, y tapado con ...
    ... una sábana, frente a la fogata, de la manera más desvergonzada le dije, al tiempo que le hice señas con mis manos. “Ven y pon tu culito aquí.”
    
    Al decir eso moví la cobija que me cubría, y bajo la cual estaba tan desnudo como lo estaba él, pero con mi verga bien parada.
    
    Así que no le quedó más remedio que obedecerme, y acostarse a mi lado dándome la espalda, fue cuando se le ocurrió preguntarme, hasta cuando le estaríamos haciendo eso, y mi respuesta fue. “Hasta que tú digas basta.”
    
    Fue cuando justo en ese instante comencé a meter mi ensalivada verga entre sus nalgas, mi amigo se quedó en silenció, y frente al indio, le volví a enterrar toda mi verga, dentro de su culo.
    
    Después de eso, tanto al indio como a mí, nos volvió a mamar nuestras vergas, hasta que regresamos al siguiente día a mi hacienda.
    
    En donde, más rápido, que inmediatamente todos los peones se enteraron de lo que había sucedido en la fallida cacería.
    
    Así que mi amigo, el resto de sus vacaciones en mi hacienda, se la pasó, de lo más feliz, dejando que tanto yo, como el indio, así como todos mis seis peones, le dieran por el culo, y lo pusieran a mamar verga, cada vez que ellos, o él querían.
    
    Costumbre que hoy en día la sigue practicando, pero de manera mucho más discreta. Según me comentó por e-mail, está planificando este año, volver a pasarse unas largas vacaciones en mi hacienda… 
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