El cliente de mamá Libro II //Cap. 2
Fecha: 06/02/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos
... hijo muy rápido lo considerarían.
—Jamás te habría chantajeado con algo así, Carmen, te lo digo de verdad. Yo no soy como el imbécil de tu hijo. Yo no soy así de frívolo y perverso
—¡¿Ah, no?! —me reclama, con los ojos aguados—. ¿Entonces explícame cómo fue que me sedujiste por Facebook, haciéndote pasar por un hombre de mi edad al que le conté todas mis intimidades?
—Por favor, hermosa… —vuelvo apretar sus nalgas.
—¡Me mentiste, Erik! ¡Me siento tan dolida!
—No fue mi intención herirte.
—¡Pero lo hiciste! Y yo, a mi edad, fui una tonta al confiar en ti. Pero es que me sentía tan sola… tan vulnerable, y por eso psicológicamente me vinculé a ti, y sin una razón aparente comencé a contarte todos los problemas que tenía con mi marido, la forma en la que me engaña, en como mis hijos, incluyendo a Alex, sólo ven en mí a una criada a la cual explotar. Y tú te aprovechaste de mi debilidad para seducirme.
—Fue precisamente por eso que te dije la verdad, Carmen o Tiffany, como quieras que te llame. Me mostraste tu alma y yo me sentí con el deber de decirte quién era yo y lo que pretendía. En el fondo sabes perfectamente que te quiero… han sido casi dos meses de hablar a diario, de contarnos cosas y…
—¡Y nada…! —comienza de pronto a llorar—. ¡Te has burlado de mí! ¡Me has hecho creer que te gustaba y que me querías sólo para vengarte de mi hijo! Y si estoy aquí es porque tengo miedo de que luego me chantajees y…
—¡Ven aquí, querida, que voy a demostrarte lo ...
... mucho que te deseo! —la atraigo hacia mi cuerpo con cautela, apretándole las nalgas de nuevo—, y te advierto que nadie va hacerte daño, ni tu hijo ni tu marido. Y si alguno de los dos intentara algo contra ti, te juro que los desbarato a puñetazos.
Posiblemente a Carmen le ha excitado que haya un hombre sobre la tierra que esté dispuesto a defenderla, y quizá por eso ella misma, aun si se había tornado renuente al inicio, ahora se ha restregado contra mí y me ha ofrecido su boca para besarnos.
Con timidez me abraza y coloca sus manos por mi fuerte espalda, la cual acaricia de arriba hacia abajo, por lo que decido apartarla un momento para quitarme la camisa y así permitir que el contacto de sus caricias contra mi piel sea más placentero.
—¡Por Dios… pero eres una montaña de músculos! —me dice asombrada, morboseando mis pectorales y mis fuertes músculos—… tú eres el tipo de chico que sólo sale en las películas.
—Y soy todo tuyo, mi encantadora milf —le sonrío.
—¿Cómo me has llamado?
Pero Carmen está tan caliente y tan ansiosa de tomarme y de acariciar cada uno de mis músculos, que no espera una respuesta, sino que nuevamente se restriega contra mí y me besa. Yo me flexiono para alcanzar su boca, pues aunque lleve un par de zapatillas de quince centímetros, me sigue quedando pequeña.
Al principio el beso se torna tierno y apasionado, mientras ella con sus uñas araña mi musculada espalda, pero como tengo deseos de mostrarle lo que es un beso de verdad, de ...