Historia de Sissy 1 - Relatos Eróticos

Historia de Sissy 1

... de hacerlo así, sino vas a manchar toda tu ropa interior". Luego, tomó el papel higienico y con mucha delicadeza, tomó mi pene y comenzó a limpiarlo. No lo podía creer, ya que lo hacía muy suave, pero apretando sectores justos para darme placer, tocando la cabecita y los huevos. "Ahora si ya esta bien. Pero tienes que hacer algo para que aguantes más. Si no, te vas a arruinar toda la ropa", me dijo. El resto del día fue normal y terminó como siempre.

Ahora bien las sesiones de masturbación y sus limpiezas continuaron por varias semanas y no me dejaba limpiarme, por que según él, yo no sabía como hacerlo. Fue en esa rutina, donde comenzó a decirme "vamos a dejar bien limpia a esta señorita", refiriendose a mi pene. "Ahora si que quedó muy linda". Una vez incluso, mientras me limpiaba, volvi a llegar con su toque "pero la señorita está muy bien animada" dijo riéndose "parece que de verdad se tiene que aprender a contralar. Se esta portando muy mal esta niñita". Esto dio pie para que en nuestra siguiente reunión, las cosas cambiaran:

- Hola Marce, como estas? ¿Como se ha portado la princesa? - me preguntó - Me imagino que con ganas de más - yo solo atinaba a pasar mi mano por mi cabello - mira, hoy vamos a hacer algo distinto, porque estoy preocupado de lo rápido que estas acabando. Entonces, vamos a hacer un juego: tu me mas a tocar a mi y yo a ti. Y el primero que llegue pierde. Pero para ayudarte, si vas a llegar me tienes que avisar, ok? La idea es que vayas ...

... controlando. Y si aun así pierdes, te pondré un castigo. ¿Vale?

- Si . dejpe escapar tímidamente, por solo pensaba en que el me tocara y yo tener ese pedazo de miembro en mi manito

Nos sentamos desnudos y comenzamos a ver una nueva porno, esta vez era de travestis con hombres. La escena me causaba mucho morbo y no dejaba de fantasear de recibir a Claudio en mi boca o en mi culito, como veía en la peli. Además, él movía su mano rítmicamente de atrás a adelante, y con su pulgar rozándome el glande, lo que me hacía estremecer de placer. Esto lo detectó y decia "Linda, no vayas a llegar, debes ser un niña buena. recuerda que debes avisarme, hermosa". Yo trataba de seguirle el ritmo, pero fue inutil y me comencé a estremecer:

- Ay, voy a llegar, no aguanto más

- Aun no preciosa, aguanta por mi

- No puedo, Claudio

- ¿Seguro, linda? Vas a perder

- No importa quiero llegar, por favor, dejame llegar

- ¿Y tu castigo?

- Lo que quieras

- Muy bien, preciosa, llega - dijo, mientras con un gemido solté mi leche, que el no tardó el recoger dentro de su gran palma. Con su mano libre, terminó de ordeñarme sacandome hasta la última gota de leche que acumuló con la que ya tenía. Yo estaba mariadísima y no sabía de mi de tanto placer - Ahora, senorita, para cumplir su castigo, de pie - me ordenó, aprentando mi pequeño pene con su mano izquierda. Mis piernas temblaban y no se como me sostuve en pie - abra la boca y saque la lengua - yo obedecía como un autómata - y su castigo ...