Historia de Sissy 1 - Relatos Eróticos

Historia de Sissy 1

... es que se debe tragar su leche, mi princesa, así como las chicas de la pelicula.

No se como pero comencé a lamer su mano y sus dedos, como si fuera un manjar. Esa fue la primera vez que tragué leche y su sabor salado me encantó. Además al lamer su mano y sus dedos me sentpia chupando su pene. Todo esto, mientras sujetaba mi pequeño miembro muy fuerte y me decía "Así, linda, como una niña buena. Me encanta que seas un niña obediente". Como ya habían pasado unos meses y comenzaba el verano, yo había quedado sudando despues de la experiencia, lo que Claudio aprovechó y me dijo "pero si estas sudando como una cerdita". Vamos a bañarte. Asi que me llevó a la ducha y me baño entera, pasando el jabónm muchas veces por mi pene y especialmente por mi culito. Después me secó y me puso una toalla a la altura del pecho y otra en el pelo. "Ya se vienen las vacaciones. Quiero que te dejes largo tu pelo, linda" me dijo. Ese fue el minuto en que comenzó a tratarme de femenino, pero se había dado todo muy natural, por lo que solo asentí.

Las rutinas de este juego siguieron y claro, yo siempre perdía. Y Claudio siempre innovaba. Ya no solo era su mano. También era un plato, un vaso, la mesa de centro y alguna vez fue desde el piso que tuve la lamer mi leche. Yo estaba encantada y me sentía cada vez más femenina. En una de las duchas después del juego, Claudio volvió a innovar y decidió que debíamos hacer un proceso de belleza, según el nombre que le dió. Me paró en la ducha y me dijo ...

... "manos atrás". Luego dio el agua fria directamente sobre mi pequeño pene hasta hacerlo aun más pequeño si era posible. Luego saco una tijeram rasuradora y espuma y comenzo a depilarme hasta dejarme como una muñeca. Despues hizo lo mismo con los pocos pelitos que tenía en el culito. "Hermosa te vez, linda. En los próximos dias seguiremos con tus piernas, axilas y pecho. No quiero que mi princesa tenga ningún pelo". Y tal como dijo, ocurrió. En una semana, estaba depilada entera. Aunque siendo tan lampiña no era muchas diferencia. Pero ese día, el proceso de belleza, termino de manera nueva para mi. El tomó mi pene y comenzó a maquillarlo: le puso unos polvos y en la cabeza me puso rubor, además de rociar perfume de mujer muy suave. "Ahora ya estan las dos listas", dijo, dándome un suave beso en los labios, como un escultor que se encuentra feliz con su obra

Luego de que pasaron los días y terminó el proceso de depilación y seguiamos con el juego de control sobre mis orgasmos, llegué donde Claudio y me dijo que necesitaba pedirme un favor. Yo obviamente le dije que lo que quisiera. Según me contó, se venía el cumpleaños de su sobrina que vivía en la capital y que no estaba seguro de sus tallas. Entonces necesitaba que por favor me probara lo que había comprado, porque o sino, tendría que ir a cambiar. Mi pene se puso duro en solo pensar en vestirme para Claudio, como las travestis de las pelis, asi que acepté encantada. Yo en el fondo sabía que lo de sus sobrina era solo una ...