1. La mojigata me ayudó a solucionar el problema


    Fecha: 25/03/2018, Categorías: Transexuales Autor: chicochica, Fuente: SexoSinTabues

    ... y acariciándole una pierna - Eso dices tú y, si realmente es cierto, no dejarás que mi mano siga haciendo lo que hace - Es que no soy una cualquiera - contestó, pero sus palabras no fueron coherentes con sus acciones, porque tomó la mano del tipo, la quitó de su pierna y la llevó directamente al encaje de su pantaleta No hubo necesidad de más palabras, él comprobó que ella estaba más mojada que hace media hora y ella verificó que la erección era mayor que cuando se conocieron en la biblioteca; se besaron apasionadamente, con intercambio de lenguas, choques de dientes y baba escurriendo de sus sedientas bocas. Este güero guapetón parecía pulpo, porque Estela todo el tiempo sintió una mano en su entrepierna y, a la vez, sentía cómo le desabotonaba la blusa, acariciaba sus glúteos, quitaba el brassiere y masajeaba sus senos; ella solo alcanzaba a abrazarlo con una mano y, con la otra, a tratar de adivinar la longitud del erecto miembro aprisionabo bajo el pantalón y no tardó mucho en disipar su duda, casi sin darse cuenta, ya estaba admirando los 17 centímetros de ese gran miembro. - Nunca había visto uno - dijo ella - ¿En verdad?, porque me estás masturbando muy rico Ni cuenta se había dado, pero, efectivamente, su mano ejecutaba movimientos arriba y abajo, en toda la extensión de ese delicioso pedazo de carne... espera... ¿delicioso?, eso habrá que comprobarlo y, efectivamente, se agachó para mirarlo más de cerca y hasta le dio un beso; le gustó la suavidad de la piel del ...
    ... glande, tanto como para repetir el beso, pero "de lengüita". Sintió un poco de presión en su cabeza, pero era muy leve, solo para expresar un deseo, no como para obligarla y, hay que decirlo, ella no necesitaba que la obligaran, ya traía ganas; se remojó los labios, se aseguró de tener suficiente saliva y engulló ese perfecto pene. Más por instinto que por sabiduría, lo presionó con los labios y lo recorrió con ellos desde el glande hasta la base sin sentir arcadas, se lo sacó completamente haciendo un chasquido al liberar la cabecita, que lamió para ensalivarla y repetir todo desde el principio... ¡oh, dios!, ¡había nacido para mamar vergas!... ¡y le encantaba! - Espera, voy a terminar - dijo el rubio - ¡Mmmmfff! - fue lo único que pudo contestar Estela, porque no se puede hablar con la boca llena Yo sé que el aviso era para evitarle a mi amiga un "mal trago", pero ella pensó que tenía que ayudarlo a terminar, por lo que aceleró los movimientos y la presión de sus labios; todo el esfuerzo fue recompensado: varios disparos de espeso semen fueron depositados en su boca, algunos fueron a parar en la garganta y, a pesar de las molestias que esto le ocasionó, no detuvo su labor oral; había probado la simiente del hombre, le había gustado y no pensaba detenerse hasta obtener más. - Para, para, ¡ya fue! - suplicó el macho - el amiguito se pone muy sensible después de eyacular - ¡Ahhh! - respondió la chica entre jadeos, con esa expresión de niña que debe bajarse del carrusel porque es ...
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