La esposa del cornudo (XVIII): Comida y sexo
Fecha: 26/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MaestrodeJazz, Fuente: TodoRelatos
... cómo te pondrían los pezones con tanto chupeteo…
- Algunos no pudieron aguantar y se masturbaron… yo intentaba controlar lo que sentía pero me corrí también, sin poderlo tampoco evitar, solo con los roces de sus lenguas… Sin siquiera conocerles ni saber quién me estaba provocando esa auténtica cadena de orgasmos…
- Sigue, Sole, joder…
- Las ayudantes de Azumi impedían que ni una gota del semen de esos hombres cayese al suelo. Si iban a correrse, les invitaban a hacerlo sobre mí, o sobre alguna de las otras chicas...
- Nunca he oído nada tan creativo y tan excitante a la vez.
- Cuando los hombres acabaron, esas mismas chicas metían sus dedos dentro de mi coño… como si recolectaran mis abundantes jugos… Luego pasaban sus dedos por mi piel para mezclar toda mi humedad con el semen que ya me cubría… y con todo esa mezcla masajearon bien mi piel igual que la de las otras cuatro chicas que, como yo, habíamos servido de bandeja…
- A las chicas que estaban presentes… ¿no las dejaron comer?
- Mientras los hombres comían directamente de nosotras, ellas podían comer de unas bandejas en una mesa adyacente y casi ninguna quiso esperar.
- Entiendo que los más hambrientos y los más afortunados fueran esos hombres…
- Pero luego, sobre esa mezcla de aceite, semen y los jugos de nuestros coños que hacía que toda nuestra piel brillara, pusieron trozos de fruta, nata, otras cremas… más dulces aunque en menor variedad… una especie de postre para todos... Ellas ...
... comieron eso cuando les llegó su turno, casi siempre con sus dedos. Y los hombres esperaron ahora... para acabar con lo que sobró, dejando nuestra piel tan limpia y brillante como estaba al principio…
- Nadie que no quisiera se fue de vacío, vaya…
- Por supuesto que no… No fueron muchas pero algunas se animaron a chupar nuestros inflamados pezones… pasando sus lenguas entre los labios de nuestros coños… con la misma hambre que antes habían demostrado los hombres… y haciendo que más de una de nosotras empezara a jadear mientras nos corríamos de nuevo…
- ¡¿Cómo pudiste resistirlo?!
- Yo estaba borracha de placer, lo confieso… No tenía muy claro lo que me estaba ocurriendo pero notaba cuando alguno de aquellos hombres y mujeres que me rodeaban iban a correrse mientras me lo provocaban a mi...…
- Era un combate de lo más desigual... Por lo que cuentas, calculo que había casi diez hombres y mujeres para cada una de vosotras…
- En vez de mi cerebro… es como si solo funcionaran los nervios de mi piel… no podía juzgar si quería hacer lo que estaba haciendo… pero sabía que me hacía disfrutar… nunca he sentido tanta excitación… ni ya me importaba lo que pensaran los demás sobre las que nos habíamos inscrito en esa actividad para prestar nuestros cuerpos…
- ¿Y Luís?
- Allí, habiéndose presentado como mi Amo, sabía que era el único que podía penetrarme mientras comían los demás… Y lo hizo, claro… Pensé que se trataba de una manera de marcar su propiedad, siendo el único ...