1. ¿Por qué a mí? Capítulo 47


    Fecha: 02/03/2025, Categorías: Gays Autor: Jesus tsukishiro, Fuente: TodoRelatos

    ... pena.
    
    – Lo supuse, no importa, sigue durmiendo si estás cansado. – Aníbal me ponía una cara sonriente.
    
    – No, ya no dormiré, debo bañarme, tendré valoración médica después de tres semanas de la cirugía, a ver como progreso. – Le ponía un emoticón de preocupación.
    
    – Verás que todo saldrá bien. – Él me mandaba un emoticón con abrazo.
    
    – ¿Puedo llamarte? – Preguntaba con otro emoticón de duda.
    
    – Sí, claro, adelante llama. – Le decía con una sonrisa.
    
    Tan sólo unos segundos pasaban y Aníbal me marcaba por llamada normal.
    
    – Hola otra vez. – Él con una voz tímida.
    
    – Hola de nuevo. – Sonreía.
    
    – Oye, disculpa si te desperté, no era mi intención. – Él apenado.
    
    – No, no, no me despertaste, de hecho ya estaba con los ojos abiertos y daba de vueltas en la cama, no quería ver el celular y cuando vi en la pantalla mensajes tuyos pues los abrí, disculpa no haber respondido el primer mensaje de hace dos horas, disculpa en serio. – Me sonreía nerviosamente.
    
    – Está bien, disculpa que haya insistido, en serio. – Aníbal muy lindo.
    
    – Ya, ya, ni tú ni yo, nos disculpamos, ¿sale? – Me sonreía estirándome en la cama.
    
    – Acepto tus disculpas si me acompañas a un lugar. – Aníbal algo tímido.
    
    – ¿Cómo?, ¿Acompañarte a dónde? no entiendo. – Confundido.
    
    – Sí, pero igual creo no vas a poder, disculpa si insistí mandándote casi veinticinco mensajes. – Se reía.
    
    – De hecho fueron treinta y uno, pero no te preocupes. – Me reía.
    
    – Ay disculpa mi insistencia, según ...
    ... yo sólo serían pocos mensajes, pero sí me pasé, perdón. – Nuevamente se disculpaba.
    
    – No, ya nada, nada, pero haber, dime, ¿a dónde quieres que te acompañe?
    
    – Bueno, lo que pasa es que quería que vieras dónde trabajo, si no es molestia claro. – Aníbal cohibido.
    
    – Ah bien. – Dije serio.
    
    – ¿Y por eso me insistías en que te respondiera los mensajes a tiempo? – Preguntaba confuso.
    
    – Sí, bueno si no quieres no pasa nada, igual sé que no puedes, digo, tienes revisión con tu doctora y depende de lo que te digan la invitación se podría cancelar. – Aníbal con tono de voz desanimado.
    
    – No, no me mal entiendas, mi revisión es en hora y media, apenas son las tres y media de la tarde, mi consulta sería como eso de las 5 pm y pues después estaré libre, ¿dónde te vería o qué? – Le decía en lo que yo dudaba sí ir o no.
    
    Pero cómo dije, debo dejar que las cosas fluyan y ya no sobre pensar las cosas.
    
    – De ser así que tendrás libre, sería a las 9 de la noche, podría pasar por ti a tu casa e irnos, claro, si no hay problema. – Aníbal elevaba su voz más animado.
    
    – Pues sí, te paso mi dirección. – Le decía aceptando la propuesta.
    
    – Espera, ¿eso es un sí? – Aníbal admirado.
    
    – Sí, es un sí, claro que sí. – Le sonreía estúpidamente.
    
    – Bueno, pues ya quedamos, cuando tú me digas te recojo en tu casa. – Aníbal se alegraba.
    
    – Claro que sí. – Al escucharlo contento me sentía extraño.
    
    – Y no me lo tomes a mal, pero debo colgarte, me tengo que bañar y alistarme para ...