¿Por qué a mí? Capítulo 47 - Relatos Eróticos

¿Por qué a mí? Capítulo 47

... mi revisión, te mando la ubicación de mi casa en cuanto cortemos llamada, ¿te parece? – Le dije animado.

– Me parece bien, anda niño, vete a duchar, esperaré atento tu dirección, gracias en verdad. – Aníbal muy emocionado.

– Te dejo, pero sí te mando la dirección ahorita eh. – Le decía sintiéndome nervioso.

– Bien, espero, báñate y nos vemos al rato, que todo salga bien niño. – Él siendo más dulce de lo que ya ha sido.

– Si, nos vemos, un abrazo. – Cortaba la llamada sintiéndome raro, suspiraba y me levantaba de la cama, miraba el suelo y me ponía a pensar si esto estaba siendo bueno o sería malo.

Ay, es que yo digo que podría ser malo debido a que Aníbal me dejó en claro que es muy empático con las personas que sabe que tienenVIH, así que no me debo de mal viajar e idearme en que él sería el amor ideal que me corresponda, capas y este me sale igual que Alan Alejandro que según le importo y le intereso y hasta ahorita ni un mensaje ni una llamada ni nada por el estilo, ¡Ay hombres!; sólo espero no me vayan a salir como Marcelo, que desde esa vez que lo escuché mientras estaba en coma no volvió a preguntar sobre mí o si quiera tratar de comunicarse conmigo, por eso digo… ¡Ay hombres!

A mi consulta de revisión me acompañaban mis papás y, me sorprendía mucho que aunque ya están divorciados, se frecuentan, creo que mucho mejor que cuando estaban casados, ¿irónico no?, en fin; estando allí, me sentía seguro de mí, pues no tenía molestias al caminar ni me sentía ...

... con dolor al hacer popo, bueno, esa seguridad me duraba tan sólo unos momentos, pues la doctora me preguntaba con gesto serio luego de haberme hecho una revisión con guantes y lubricante.

– Debo decirte algo importante y serio, pero, ¿quieres que estén tus padres aquí o que se retiren? – Me miraba seriamente.

Sabía que no serían noticias buenas, su mirada y cara me lo decían.

– Que se queden, ya hubo muchos secretos entre nosotros, creo que no deben existir más, así que dígame lo que pasa. – Los miraba a ambos temeroso.

Mi mamá me ponía su mano en mi pierna, pues la estaba moviendo ansioso y mi papá me ponía su mano en mi hombro demostrándome apoyo.

– Bien Job, tu cicatrización está bien, ya no hay secreción ni tampoco irritación, sin embargo me preocupó que cuando te pedí que hicieras una contracción rectal, apenas y pude sentir un poco de presión en el dedo, por lo que tengo que decirte que te debes cuidar de tener diarrea, ya que el control de esfínter ya no es el adecuado ni funcional. – Me decía directa.

– ¿Cómo, no entiendo? – Preguntaba temeroso.

– Sí Job, lamentablemente hubo mucho deterioro en tus músculos y terminaciones nerviosas, por lo que no hay un control adecuado para que puedas aguantar las ganas de hacer del baño. – Ella sería.

– ¿Tendré que seguir usando pañal cómo hasta ahora? – Preguntaba confundido.

– No, no Job, ya no más pañales, pero debes cuidar no comer mucha fibra pues podrías causarte una diarrea y no podrías contenerte, ...