El Padre Ninfómano - Relatos Eróticos

El Padre Ninfómano

... mi rutina e ir al sauna con la esperanza de que el volviera pero no lo hizo, 3 secciones más en diferentes idas y ya había perdido la esperanza de repetir mis instintos que un hombre de confianza, desconocido me volviera a chupar mi polla, mantenía los ojos abiertos y comencé a darme cuenta de los deslices de los hombres en la cual a veces con las piernas abiertas mostraban sin despecho sus vergas ,me convertí en un voyerista de verga y discretamente me encantaba tocármela quizás en procura que alguien me viera y se atreviera a mamármela.

Ya yo era el último y ahí entro mi ejemplar el cual ni siquiera sabía su nombre para preguntar en el Gym por él.

Esta vez sin más se quitó la toalla y esta vez yo sentado vi como él se acercaba jalándosela y poniéndola erecta, esta vez su verga se posó en mi boca como una exigencia que yo le devolviera el favor, tímidamente mis manos agarraron su pene, lo masajee y puse mi lengua en su cabeza, el cual él fue empujándola hasta que llego a mi lengua y casi a mi garganta, el olor a sudor, el sabor a macho en celo estaba en mi boca, agarre su culo y desvié unos de mis dedos a su ojete y se sentía bien aquello. Sentí entonces sus manos en mi verga y comenzaba su pajeo, sentí finalmente su leche en la comisura de mis labios y luego unos besos fugaces limpiándome aquello mientras me venía y mi lefa caía en la humedad del suelo.

En ingles que apenas lo entendía me dijo que se marchaba al otro día y que le gusto mi mamada y ...

... pajearme.

Salía de la sauna y me cambiaba, mi mujer también terminaba sus ejercicios, así que la espere.

No me había arriesgado a tocar un hombre y más de nuestro circulo de Gym por si acaso, ni soy socialmente salidor de tal modo de descubrir ese mundo.

Como decirle a mi mujer que me gusta su culo y tenerla en mi rutina de follar su ojete, como decirle que me gusta que me masturbe el culo y me lo mame. Nada de eso se lo puedo decir, sino que tengo que sea ella que lo haga.

Han pasado varios años de aquel evento y sonrió al recordar aquel atrevimiento.

Recientemente un mal día, ella dejo el celular abierto y en ese estante antes que se bloqueara, aproveche su salida ahí para revisar su WhatsApp, encontrando una conversación con su amante, esta era la prueba final que necesitaba para armarle una bronca, pero en vez de enfurecerme, me puse a mirar todas las fotos en la cual incluía selfis de su verga y de su culo y hasta fotos de sus tetillas que parecían unas tiernas tetas paraditas, vestido hasta de maricon ahí en faldita. Pensé ¿qué hacia ella con un maricon? Si ese era él que se follaba y salía mi mujer entonces tenía yo la facilidad de extorsionarlo y dármelo yo también. Busque mi celular y le tire fotos de la que él había enviado a ella

Puse el celular en su sitio y tomé referencia de su número telefónico enviándome el screen y las fotos comprometedoras que mi mujer no había borrado.

Paso la noche y después me encerré en el baño y le envié las fotos por WS al cabron y ...