Exhibición inesperada en la playa - Relatos Eróticos

Exhibición inesperada en la playa

... sol, ¿te crees que desde que volví de Berkley no he ido a la playa? Enlazó este tema con su tía, cuando volvió se puso en su piscina a tomar el sol en topless, y se puso hecha una fiera conmigo: "ahí en cueros hecha una guarra! ¡si te quieres bañar, ponte un bañador decente". Sé que debería haber contestado, mandarla a la mierda y liar la bronca con ella; mi madre oyó la conversación y miró para otro lado, no intervino; y de estar mi padre habría hecho lo mismo. Por eso y otras muchas más no aguanto más allí, perdona que te haya dado la brasa con mis cosas.

Le dije que tenía pensado ir a la playa el día siguiente, y por supuesto, me alegraba de que fuéramos juntas, y así ha sido muchas más veces. Entretanto llegamos a casa, el señor que había traido la furgoneta nos subió el equipaje al salon, no era excesivo ni mucho menos.

Le dí su juego de llaves y el telemando del párking, tenía dos plazas de aparcamiento, la ayudé a colocar todas sus cosas, me dijo que había encajado todo muy bien, que estaba encantada con su habitación, se sentía muy cómoda.

Llamé a Elke para ir a su casa y presentársela, pero como tenía compromisos familiares ineludibles, nos fuimos a dar un paseo por los alrededores, le gustó el entorno y mucho más el hecho de que pudiera ir a trabajar caminando en menos de un cuarto de hora. Al poco de salir de casa me dijo que el mundo es un pañuelo, que vaya casualidad que conociera a su tía, y se extrañó de ello, porque nuestros mundos son ...

... paralelos.

Nos sentamos en una terraza y le relaté como la conocí: fué en mi propia casa, el imbécil con el que salía hizo una copia de las llaves sin que yo lo supiera y volviendo inesperadamente del trabajo, al entrar al salón, me encuentro a "tía Clara" apoyada en el brazo del sofá, totalmente desnuda, en pompa y él follándole el culo con toda la energía que puedas imaginar. ¿De verdad que además por el culo y con un chico joven? Le enseñé el vídeo que les había grabado y no le quedó ninguna duda; ¡La muy puta! exclamó, siempre pensaba que ocultaba algo, que llevaba una doble vida, la muy hipócrita ¡y se atreve a llamarme guarra por tomar el sol en topless en mi casa, la muy hija de puta! Nos tomamos un té, se calmó.

Al día siguiente fuimos a la playa len el bus urbano, y como hacia tiempo que no iba le hice hincapié en que sobre todo se sintiera cómoda, pudiendo por mi parte, ponerse y quitarse la ropa que, cuando y como quisiera. Alquilamos una sombrilla y dos hamacas, al lado había una pareja alemana, que tendrìan cuarenta años, e hice lo de siempre, extendí mi toalla, me quité el vestido y me fuí a nadar un rato en bikini, ella se metió al mar un rato después y salimos juntas del agua.

Me quité el bikini y lo puse a secar colgado de la sombrilla, me ponía totalmente desnuda al sol cuando me preguntó en voz baja si no me importaba que ella se pusiera un bikini seco . Tienes que estar cómoda, le repetí. Nos tumbamos boca arriba, cada una nos pusimos nuestra protección solar, ...