1. Acepto que mi sobrino Pedrito duerma conmigo-1


    Fecha: 11/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Dulcemandarina, Fuente: TodoRelatos

    ... en cada redondeo que en ellas hacía. Aunque mi sensibilidad mamaria es bastante acusada, esas caricias solo alimentaban mi cada vez mayor excitación y por tanto cada vez mayor dificultad para contener mi sofoco. Es posible que no le pareciese bastante con magrear las tetas de su tita, que en su desigual palpado, a veces bajaba la mano hasta pasado mi ombligo y notase que desde ahí hasta el inicio del pubis la temperatura de la piel era mayor, vamos que mi calentura estaba ya instalada en el chichi. Esa zona caliente de su tita, imagino que pensó, debía ser por algo y tenía que descubrir lo que todo adolescente quiere. ¡Tocar en medio las piernas de una mujer!, ¿cómo es lo que ahí se esconde?, ¿qué tienen las mujeres en medio las piernas? ¿que secreto esconde su tita?.
    
    Sin miedo a despertarme, la mano sin bacilar, va acariciando mi vientre hasta encontrase con el pantaloncito de pijama. ¡Vaaaa...un tropezón! debió pensar. Claro, enseguida se dió cuenta que no era demasiado estorbo. Noté como con la mano extendida empezó a moverla por todo, los laterales, el bajo vientre hasta darse cuenta que entre los muslos y el pantaloncito corto de mi pijama, había bastante holgura como para poder introducir la mano. Noté su repiració agitarse más. Noté como la mano izquierda se movía mas deprisa. Estaba claro que su pollita así se lo pedía. Mi sobrinito estaba embarrancado con su tita. Me llegaba un ligero perfumito a pollita. Estaba claro que le segregaba y que al mojársele el ...
    ... pantaloncito del pijama y estando dentro del edredón, subía el tufillo.
    
    No esperó más. Su mano derecha empezó a introducise en la abertura del pantaloncito de mi pijama. Tengo que informaros que antes de ayer terminé la regla, por lo que en ese fin de semana estaba en los días preliminares a que me viniese con lo que mi calentura y mi sensibilidad de la líbido era superlativa. Quizás esa fuese la mayor razón para que la Dulce liberada venciese a la Dulce reprimida.
    
    Y lo encontró. No pude evitar un suspiro de placer cuando noté esa manecita posarse encima de mi coño recién depilado. Caliente como un pepito recien sacado del horno. Sólo deseaba que no se detuviera. Parece que mi deseo y el suyo coincidía. Tuvo la manecita abierta y quieta u ratito encima del coño. No sé que pensaría al notar la calentura que emanaba de él, pero llegado ese momento chicas, no me importó. No quería que notase que yo estaba sintiéndolo todo. Pedrito en su calentura, se unió nuevamente a mí y noté en mi muslo ese pene duro y tieso escondido en su pantalón con la manecita que lo movía de forma no uniforme, pero que debía darse gustillo por como lo hacía. Esto incrementó más y más mi excitación. La mano derecha empezó a moverse. La pasaba de arriba a bajo en mi coño, como si quisiese sentir la suavidad que el chichi tenía por estar tan depiladito. Instintivamente y sin que él lo notase, abrí un pelín mis muslos de forma que su finita mono pudiese escurrir más abajo. Deseaba que en el vaivén, en ese ...
«1...345...»