Descubrí a mi padre poniéndole su vergón en la boca a mi esposa de 17 año. Yo tengo 22 y mi padre 43 años - Relatos Eróticos

Descubrí a mi padre poniéndole su vergón en la boca a mi esposa de 17 año. Yo tengo 22 y mi padre 43 años

... líquidos vagina en los dedos de mi padre cuando la putita se corría arqueando su columna vertebral hasta el paroxismo.

Después de ese momento, con toda la calentura vivida y todos los jugos vaginales de ella al máximo de producción, el se pudo de espalda y le pido a ella que se ensartara. Lo hizo de manera lenta hasta que logro entrar la inmensa cabeza de esa verga gigantesca. Después se miraron a los ojos, el le tomo firme las caderas y ella tomando todo el aire que puedo se dio fuerza para hundirse en la vergota de mi padre, mientras el la empujaba al mismo tiempo desde sus caderas. El grito de ella fue maravilloso. Hizo que yo eyaculara, pues ya me estaba masturbando hacia rato. La dejo con su verga hundida hasta las cachas 2 minutos. Ella respiraba profundamente buscando el relajamiento de la musculatura vagina para seguir sacándola y metiéndola. Cuando lo hicieron estuvieron 4 minutos en una mete y saca violento, feroz, brutal, sin piedad, pero sobre todo gozoso. Ambos gozaban al máximo y como nunca, sobre todo mi esposita bella. Mi padre de 43 años cachandose como un Dios a mi terrenal bella, ingenua y virginal esposa. La esposa de su hijo.

Acabaron juntos. El orgasmo empezó en ella primero y cuando ya estaba en el clímax de las contracciones vaginales, el levanto violentamente sus caderas metiendo su vergota hasta el fondo de su matriz y empezó a convulsionar en lo que era su violenta y anhelada moqueada de esa vaginita tan ansiada. La vaginita de la esposita de su hijo.

Cuando acabaron las espasmódicas contracciones y dejaron de besarse buscando el descanso, yo salí de mi escondite y me puse en el campo visual de ambos. Quedaron petrificados por unos segundos cuando ambos quisieron reaccionar intentando guturar alguna palabra, levante mi palma para detenerlos en ese intento. Me di media vuelta y empecé a correr para salir de mi casa. Mientras corría iba esbozando una leve sonrisa.