1. Historias de madame Lili (capítulo 3º)


    Fecha: 26/03/2018, Categorías: Hetero Sexo con Maduras Autor: Alex B.C, Fuente: CuentoRelatos

    ... viviendo, ¡claro esto no pasa todos los días!, pero se ha cruzado con Lili, y a Lili le ha gustado, además que podía perder, él estaba separado, no tenía a nadie estaba entregado absolutamente a su trabajo, así que nada me impedía disfrutar de él. Y pensar que llevaba mucho tiempo sin estar con una mujer, me hacía tener más morbo hacia él, yo seguía jugando con su bata y mis manos, que no dejaban de acariciar mi cuerpo con mucha sensualidad, y muy despacio, no había prisas, yo no tenía ninguna prisa por irme, pero si probar a ese hombre maduro y tan atractivo, así que sin más me dirijo a él y le digo muy bajito. -Ernesto acércate" mi dedo índice le decía ven, ven, ven... Él se levantó sin decir nada, se fue acercando muy despacio, pero su voz interrumpió ese momento que tanto esperaba, para decir, -Lili, yo, desde hace mucho no he estado con ninguna mujer. -lo sé, no te preocupes, ven acércate un poco más. Yo estaba sentada en el diván, esperando su llegada, de pie ante mí, su mano acarició mi rostro y mi pelo, -eres tan hermosa Sumisamente bajé la mirada, y dejé que siguiera acariciándome como lo estaba haciendo, él estaba excitado, lo vi, no pude evitar mirar cuando bajé la mirada, y estaba excitado, lo pude apreciar en su abultada cremallera, me levantó la cabeza para decirme; -Desde hace mucho, no he sentido tanta excitación como la que estoy sintiendo en estos instante, no sé si está bien o mal, pero no voy a poder evitar hacerte mía hoy en este mismo instante y en este ...
    ... despacho. Sin más me levanto y me empezó a besar con mucha fuerza, sus manos las tenía hundidas en mi cabello, soltándolo de una coleta floja que llevaba, dejando caer el pelo por mi espalda desnuda, me besaba por el cuello, me lamía los lóbulos y podía sentir su respiración en mi odio, dejé de besarle para quitarle los botones que le quedaban de la camisa, mirándonos fijamente, acariciaba con las yemas de mis dedos los vellos de su pecho, haciendo espiral con ellos y le dije. -Ernesto, ven a mi ¡hazme tuya! Él estaba con los ojos clavados en mi sexo, tragándose la saliva y mordiéndose los labios, Ernesto, se fue desnudando poco a poco, con su mano varonil y fuerte comenzó a tocarse su miembro y acercándose a mí muy despacio, yo me senté ansiosa de que llegara pronto el momento de disfrutar del miembro de Ernesto, cuando llegó a mi Ernesto me abrió las piernas y con su lengua caliente acariciaba mi clítoris, me metía la lengua hasta lo más hondo de mi vagina, sentía su lengua¡ muy adentro! ¡parecía la punta de su pene!, estaba, ¡estaba retorciéndome de placer!, se levantó y se tumbó en el diván, su miembro estaba erecto totalmente, yo me puse encima de él muy despacio, comencé a penetrarme su falo poquito a poco cada vez más profunda ¡sentada encima de él, moviéndome de arriba a abajo!, contemplaba la cara de goce que tenía Ernesto, el miraba como me penetraba su falo en mi vagina, sus manos acariciaban mis pechos dándole pellizquitos ¡ me estaba poniendo muy caliente! Cada ...
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