El dulce sexo de mi suegra
Fecha: 07/04/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos
... agradezco, hombrecito.
A partir de aquel día aproveché cada momento que tenía libre para ir a visitar a Ruperta. Sabía que nuestra diferencia de edad era un problema, pero yo trataba de ganármela y esperaba que pudiera caer rendida a mis encantos. Aunque quizás fuese más realista esperar a septiembre, conocer a su hija y ver si se parecía a ella, esa mujer me volvía loco.
Por si el hecho de que me sacara por lo menos veinte años no fuese suficiente problema, Ruperta enseguida se hizo muy popular en el barrio y hombres de todas las edades se convirtieron en mis competidores. Enseguida comenzaron los rumores sobre si la habían visto con uno o con otro, pero nada iba a conseguir minar mi moral.
Aunque siempre había sido lo más parecido a un líder en mi pandilla, comunicarles mi intención de conquistar realmente a Ruperta me convirtió en objeto de todo tipo de burlas. Aun así, no me rendí y seguí esperando con paciencia a que llegara el momento en que ella se diera cuenta de que estábamos destinados a estar juntos o al menos a tener una noche de placer.
Era consciente de que a esa edad todos los sentimientos se magnifican, pero en ningún momento llegué a pensar que me hubiese enamorado de Ruperta. Sabía que lo mío era pasión carnal, que deseaba que ella fuese la protagonista de mi primera vez y me enseñara el placer que se sentía mediante el sexo. Realmente estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo.
El verano no terminó como yo esperaba, aunque ya ...
... daba por hecho que esa no iba a ser una tarea sencilla. Septiembre me brindaba la oportunidad de demostrarle todo lo que estaba dispuesto a hacer por ella protegiendo a su hija tal y como le había prometido. El problema era que no localizaba a esa muchacha por ninguna parte.
- ¿Patrick?
- Sí... ¿quién?
- Soy Rupe, mi madre me ha hablado maravillas de ti.
- ¿De verdad?
- Sí, dice que le alegras las tardes cuando aparece por la tienda.
- Pero no os parecéis en nada.
- Por lo visto he salido a mi padre, aunque no lo conozco.
- Bueno, yo te voy a ayudar a adaptarte a este instituto.
- ¡Qué bien! Estoy deseando que me lo enseñes todos.
Esa muchacha se parecía a su madre lo mismo que un huevo a una castaña. No solo era más bien bajita y morena, sino que estaba totalmente plana. En lo único que encontraba alguna similitud era en la forma de hablar, las dos eran muy divertidas, aunque eso no era suficiente como para que pensara en ella como una alternativa.
Desde ese primer día de instituto Rupe se pegó a mí. Allá a dónde iba la llevaba enganchada a mi espalda, lo que provocó que todos se rieran aún más de mí. Las bromas respecto a que jamás podría tener nada con la madre y me tocaría conformarme con la hija fea se convirtieron en mi día a día. Para mí, que había sido una especie de líder para todos ellos, era muy jodido, pero seguí adelante porque estaba convencido de que conseguiría mi objetivo.
Con el paso de las semanas me fui acostumbrando a su ...