No fue planificado
Fecha: 08/04/2025,
Categorías:
Hetero
Incesto
Infidelidad
Autor: Danilo, Fuente: SexoSinTabues30
... lo que quieras! – Terminé por exasperarme – ¡Yo voy ver el espectáculo desde aquí!
– ¡Yo también! Porque no lo intentamos- exclamó sorpresivamente Martha y se internó detrás de mí en la oscuridad, poniendo las manos en mis caderas para guiarse mientras caminábamos.
Los demás, incluido mi hermano, también nos siguieron.
Por fin, llegamos al pequeño mirador, y ya con algo de luz recorrimos el pasadizo hasta que llegamos a una columna, deteniéndonos allí. Nosotros quedábamos en penumbras, pero la visual del escenario era perfecta.
– ¡Que les parece! – se burló Martha en voz baja – ¡El lugar es perfecto! – Le decía a Andrés, ocupando ella el mejor lugar.
Tristemente el pequeño mirador solo permitía la visión de tres personas, a lo máximo cuatro y éramos seis.
– ¡Pero todo nos podemos ver, pueden correrse más adelante, que no vemos nada desde aquí! – Susurraba la hermana de Martha. Los otros estábamos detrás.
Detrás de la columna había como un pase, miré y comprobé que se podía pasar, y ese pasaje accedía a otro mirador, pero sólo quedaba lugar para una persona… a lo sumo, para dos…, Ese lugar queda fuera de la vista de los otros, pero tenía un inconveniente más, al margen de ser bastante oscuro era sumamente estrecho para acceder. Pasé luego volví donde estaban y les dije:
– Allá podemos verlo al menos dos personas. Aunque hay que pasar, y es un poco estrecho, no apto para los que tienen claustrofobia.
– No sé – dijo Martín – mejor nos quedamos aquí, ...
... estamos muy apretados, pero que vaya el que quiera, yo me quedo aquí. Además, eso parece muy estrecho, yo no me meto por ahí, ¡yo si tengo claustrofobia!
Andrés lo intentó y desistió diciendo:
– Es bastante estrecho, no creo que ninguno de nosotros pueda pasar por ahí. No sé cómo ha podido pasar tu hermano. Él es bastante delgado.
La hermana de Martha, también se negó diciendo que ella tenía también claustrofobia.
Pero cuando pensaba que el único que iba a pasar era yo, observo que mi cuñada Daniela dice:
– Yo creo que paso detrás de la columna, desde aquí no voy a ver nada. Me voy con él. Si se puede ver bien, no me lo pierdo.
Y ante la cara de sorpresa de mi hermano, Daniela pasó por detrás de la columna, y logró cruzar, y al llegar donde estaba yo, se apretó contra mí para poder situarse y ver mejor.
– ¿Qué te parece Daniela?
– ¡Fenomenal! – Me respondió
El espacio entre la columna y el final del pasadizo era ínfimo. Me puse casi de costado para permitir que Daniela se acomodara en la oscuridad, mi brazo derecho apoyado sobre el medio muro, y ella se apretó más contra mí, con sus dos brazos sobre del muro. Pude sentir el calor de su cuerpo y, en ese momento “me puse algo tenso”.
En la cercanía pude notar quesu cuerpo desprendía un calor intenso, aunque en un principio no le di mayor importancia pues no era un experto en mujeres.
– ¿Estás cómodo? – me dijo mientras sus ojos brillaron al mirarme en la oscuridad – ¿Quieres que me corra un poco ...