Cena de negocios 7 - Relatos Eróticos

Cena de negocios 7

... semen.

"Saborea tu propia leche hijito" le había dicho.

Y, dirigiéndose a su marido

"Amor, hace mucho que no me coges. Has visto como lo han hecho todos y cuanto he gozado con ellos, que lo hagan. Quieres cogerme ahora?"

"Siiiii bebé, no veo la hora de hacerlo. Puedo cogerte? Me gustó pajearme mirándote, pero tengo ganas de sentirla dentro tuyo".

"Te darás cuenta que estoy más abierta que antes. No sé si es buena idea que lo hagas. Hace mucho que vengo fingiendo cada vez que me cogías. Tengo una idea mejor. En vez de cogerme a mí, coge a tus dos hijos, y yo miro como lo haces. Esta vez me toca a mí pajearme al mirar".

Nico y Mauri seguían la conversación de sus padres. Cuando escucharon a su mamá decir eso último, ambos sintieron que se les aceleraba la respiración y los latidos. Su papá iba a follarlos. Nico lo miró a su hermano y le preguntó si le había dolido cuando el desvirgó analmente.

"Mauri, te dolió cuando te cogí?"

"Muy poco Nico, solamente cuando me la metiste, pero después me gustó y al final, no puedo decirte lo que se siente, no quería que la sacaras. Me hubiera dejado seguir cogiendo".

"Tranquilo Nico(le dijo Silvia), a lo mejor te duela un poco al comienzo, pero vas a ver que te gusta. Y que papá te coja no quiere decir que vas a ser gay, pueden cogerte varios hombres, incluso todos juntos, y seguir gustándote las chicas. De eso me voy a encargar yo. Que papá te coja, no quiere decir que no vas a seguir metiéndomela a mí".

"Porque ...

... no quiero ser gay" dijo Nicolás.

"No te preocupes. Ahora, bajen sus pantalones y slip, apoyen sus cuerpos sobre la mesa y paren bien el culo.

Ambos lo hicieron, estaban uno al lado del otro, con las piernas abiertas.

"Amor, no cojas a tus hijos aún, voy a buscar el lubricante".

Lo trajo y al primero que le puso fue a Nicolás. Embadurnó el dedo índice de su mano, Nico, a pedido de su mamá, abrió su culo con las manos, exponiendo completamente su ano, y dejó caer un poco en su orificio. Lentamente, fue metiendo el dedo, y empujando el lubricante. Solo lo metió un poco, quería que su marido desvirgara a su hijo, que fuera el quien le rompiera el culo. Después de todo, se merecía ese pequeño placer.

Nico, al sentir el dedo de su mamá entrando en su ano, sintió como su polla buscaba pararse nuevamente. Nunca imaginó que fuera tan placentero y tan excitante. Más aún cuando Silvia comenzó a mover el dedo, metiéndolo y sacándolo.

Estaban tan juntos sus dos hijos, que les dijo

"Comiencen a besarse, metan sus lenguas y jueguen con ellas. No se detengan por nada. Jueguen con sus tetillas en sus dedos, uno al otro. Van a ver como eso les gusta también. No tengan miedo de dejarse llevar por la excitación que tendrán".

Silvia no tuvo que repetir lo que les dijo. Mauri se pegó bien a su hermano y buscó su boca. Los tiernos labios de ambos hermanos se unieron. Sus padres no podían verlo, porque sus hijos no separaban su boca, pero la lengua de Nico buscó la de Mauri, ...