1. Colaboraciones: Sylke. El reencuentro


    Fecha: 11/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: RayFenix, Fuente: TodoRelatos

    ... entre mis brazos, notar su cuerpo contra el mío.
    
    ¿Sabes una cosa? -. Me susurró al oído durante esa canción lenta.
    
    Dime -. Respondí coqueta.
    
    Siempre me encantaste .- Me soltó de golpe.
    
    Admito que en ese momento mi cuerpo se estremeció. Siempre habíamos sido muy buenos amigos, casi hermanos, pero Mateo siempre había sido el guapo de la clase, el chico con el que todas querían estar, un macho alfa, un chulo, pero que conmigo siempre había sido muy dulce. Recuerdo que algunas compañeras me miraban raro entonces, como si yo tuviera algo especial con él, aunque nunca hubo nada reseñable, quizás sólo en nuestros pensamientos.
    
    Era solo un niño, pero siempre sentí que debía protegerte, por eso nunca me atreví a decirte nada -. me confesó mirándome a los ojos.
    
    ¿Tú? Pero si eras el más chulo de la clase -.
    
    Ya ves, contigo me cortaba -.
    
    Quizá sería el ambiente, o el par de copas que llevábamos, pero le confesé lo que me salió del alma.
    
    ¿Sabes una cosa? Yo Solo soñaba con perder la virginidad contigo -. No sé por qué dije eso, pero me salió de dentro, casi sin pensar.
    
    Soltó una carcajada y apretó su cuerpo contra el mío.
    
    Pero ahora ya no eres una niña, eres una mujer preciosa -. Me susurró al oído mientras acariciaba el comienzo de mi culo.
    
    Confieso que sentí una excitación que hacía años que no vivía. Me consideraba una mujer felizmente casada, pero lo que sentí en ese momento me hizo estremecer, volví a ser una adolescente enamorada del que ...
    ... había sido prácticamente mi hermano.
    
    ¿Te puedo decir lo que siento ahora mismo? -. Me dijo clavando sus preciosos ojos verdes en los míos.
    
    Miedo me das... Pero dime -. Respondí con la voz entrecortada.
    
    Pues creo que aún tenemos mucho que jugar -. Dijo lanzándose a mi boca. Yo no supe reaccionar, no quise reaccionar, solo me dejé llevar.
    
    Sentir sus labios un instante sobre los míos hizo que todo mi cuerpo temblase.
    
    No, Mateo -. Fue lo único que alcancé a decir empujándole levemente de ese duro pecho.
    
    Pero él sí que tenía ganas de jugar y empujando de mi culo hizo que nuestros cuerpos se juntaran completamente. En ese momento mi cuerpo no reaccionó a mi mente, dejé que pegara su cuerpo al mío, sintiendo como su paquete crecía entre mis muslos. Se me olvidó que era una madre casada y volví a sentirme una adolescente deseosa de disfrutar de ese cuerpo que tantas noches de sueños eróticos me había dado.
    
    Mateo... -. Intenté decir cuando nuestras bocas estaban tan pegadas.
    
    ¿Te atreves a venir a mi habitación? -. Me sugirió con su media sonrisa, retándome. Esa puta media sonrisa que me tenía enamorada desde hacía años.
    
    Por un momento miré como una tonta a mi alrededor, pero no había nadie.
    
    ¿Te has vuelto loco? -. Le dije –. Ya no somos unos críos... y estamos casados.
    
    Ojalá lo estuviéramos tú y yo -. Dijo acariciando mi mejilla.
    
    No podemos.
    
    Pues juguemos entonces.
    
    Aquello era nuestro juego preferido, el de jugar, el de apostar, el de ponernos ...
«1234...8»