Ladybug (S5: E1) Un nuevo comienzo PARTE 1: PADRES E HIJOS - Relatos Eróticos

Ladybug (S5: E1) Un nuevo comienzo PARTE 1: PADRES E HIJOS

... Calzas una anaconda en toda regla.

—Lo sé, papá. Pero no quiero incomodar a nadie.

—Pero que modesto es mi chico —dijo Jagged y le planto un morreo en toda regla.

Luka entrecerró los ojos y no pudo evitar alargar la mano hasta esos huevos duros que colgaban de la polla de su padre, y darles un suave estrujón. Duros y compactos, esos cojones.

—No seas tímido, hijo —le dijo el rockero con alegría alargando la mano para tirar de del elástico de los pantalones del chaval. La polla salto como un resorte, dura, húmeda y rezumando precum por ver a su padre en bolas y el morreo con toqueteo que se habían dado—. Pero mira que pollón calza mi chico. No tienes que esconderla, hijo. Tienes que follarte a todo lo que se ponga a tiro. Especialmente a tu padre —añadió con un guiño.

Paso el pulgar por el capullo de su hijo y este gimió. Luego se incorporó y movió las caderas para

chocar espadas con su hijo que aunque tarde también se unió y movió las caderas para chocar rabo con su padre.

Padre e hijo se sonreían. Luka se arrodilló frente a su padre y se metió la polla de su padre en la boca para darle un par de chupadas. Jagged gimió y le puso la mano detrás de la cabeza, pero no presionó, sino como gesto paternal de apoyo, mientras su hijo le chupaba la polla.

—Buen chico —gimió—. Y ahora venga. Vete a clase antes de que echemos otra ronda padre-hijo.

Luka se sacó la polla de su padre de la boca y le beso en la mejilla antes de apartarse.

—Me voy o ...

... llegare tarde a clase.

—Eso es, estudia y diviértete, hijo. Cuando llegue Penny le voy a echar un polvo, buff… esa chica tiene un coño de infarto. Será cabrona… —comentó como si tal cosa.

Su hijo le ofreció una sonrisa de oreja a oreja pensando que con lo cachondo que iba su padre y lo buenorra que estaba esa guarra de Penny con esas tetazas y ese culazo mulato… se pondrían a follar como conejos en cuanto entrase por la puerta. Si había suerte y conseguía llegar a la puerta, claro.

Y se marchó a la escuela oyendo como su padre daba otro solo de guitarra con un grito apasionado <<¡Rock and Roll!>>.

Bajó corriendo las escaleras y cuando llegó al vestíbulo siguió corriendo, aunque le habría gustado quedarse a mirar como el chico que estaba detrás del mostrador le follaba el coño a una cliente, que gemía como una perra.

—¡Aaaah! ¡aah! —gemía—. ¡Mi marido esta arriba!

Y el chico con traje le replicaba sin dejar de follarsela:

—¡Voy a llamarle para que baje y te meta la polla por esa boca de zorra que tienes mientras te reviento el coño, puta!

—¡Aaaah!

Sin embargo, se distrajo, apenas un segundo. Estuvo a punto de llevarse por delante a Penny cuando salió por la puerta del edificio; ella acababa de subir las escaleras…

—Penny, hola —saludo, logrando frenar con un patinazo a escasos centímetros de ella.

Se notaba un montón que iba caliente como una moto, con una camisa blanca bajada por los hombros que dejaba a la vista esos melones negros. Los pezones ...