1. Quería que le llenaran los tres agujeros con leche


    Fecha: 17/04/2025, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    La taberna era de lo más cutre. Un mostrador largo, botellas de licor en las estanterías de las paredes, seis mesas con cuatro sillas en cada una, el piso de madera estaba apolillado, y las paredes llevaban años sin pintar, pero a los cuatro les gustaba regresar a sus orígenes para comer su chorizada y jugar sus partidas de dominó.
    
    -¿Fichas? -preguntó Alberto.
    
    -Tres -dijo Pablo, hermano y compañero de partida de Alberto.
    
    -Cuatro -dijo Sandro, hermano de Alberto y de Pablo.
    
    Elisardo, que era alto, moreno, delgado, primo de los hermanos y contrincante de Pablo y de Alberto en la partida de dominó, le dijo:
    
    -Cuatro.
    
    -Me doblo al dos y cierro con el dos, cuatro- dijo Alberto con una sonrisa de oreja a oreja.
    
    Contaron las fichas y ganaron la partida Alberto y Pablo.
    
    Sandro, que tenía muy mal perder, le dijo:
    
    -Afortunado en el juego, desafortunado en el amor.
    
    -Lo dudo, acabo de ganar y tu cuñada sigue enamorada de mí como en la primera hora. Ir pagando la chorizada y el vino.
    
    A Elisardo le sonó el teléfono móvil y lo cogió, escuchó y luego dijo:
    
    -Imposible. Tengo a todos los muchachos ocupados, esta noche no puede ser.
    
    Volvió a escuchar y le respondió:
    
    -Siento mucho que en su primera vez con nosotros no pueda satisfacerla.
    
    La mujer le colgó.
    
    -¿Y por qué no vas tú? -le preguntó Sandro- Antes de ser el dueño de la agencia trabajabas de puto.
    
    -A veces voy yo, pero esta quiere a tres para esta noche.
    
    -¡¿Tres?!
    
    -Sí, tres. Quiere ...
    ... que le llenen los tres agujeros con leche.
    
    -Es bien puta la guarra esa.
    
    Alberto no estaba de acuerdo con él.
    
    -Es martes de carnaval, hoy todo vale, a no ser que esté casada. ¿Está casada, Elisardo?
    
    -No lo sé.
    
    Elisardo tuvo una idea:
    
    -¿Por qué no vais vosotros tres? Buena planta tenéis.
    
    Los hermanos estaban cortados por el mismo patrón, eran de estatura mediana, de complexión fuerte, ojos marrones y cabello negro y rizado. Pablo, que era el mayor de los hermanos, y el único que estaba casado, le preguntó:
    
    -¿Qué edad te dijo que tiene?
    
    -No me lo dijo, pero por su voz debe tener entre veinticinco y treinta años.
    
    Pablo les preguntó a sus hermanos:
    
    -¿Vamos y le llenamos los tres agujeros de leche?
    
    -Yo no voy. -dijo Alberto- Ser puto no va conmigo.
    
    Sandro tampoco se anotó.
    
    -Yo tampoco voy.
    
    Pablo tiró de ironía.
    
    -Ya sabía yo que si no os casasteis era por algo.
    
    Sandro se mosqueó.
    
    -Es porque no necesitamos casarnos para follar.
    
    -¿Para follar? Si seguro que no sabéis donde se mete.
    
    A Alberto le llegó la leche a las tetas.
    
    -Llevas seis meses casado y ya te crees que has inventado el sexo. ¡Iluso!
    
    -Ilusos lo sois vosotros.
    
    Sandro interrumpió la conversación.
    
    -¿Quién le llena el culo de leche a esa mujer, Alberto?
    
    -Pablo.
    
    Pablo iba de sobrado.
    
    -Si tengo que ser yo quien se lo llene, se lo llenaré.
    
    Como tenía su número en el teléfono móvil, Elisardo, llamó a la mujer y esta quedó de esperarlos en una hora ...
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