1. Conociendo a Daniela. Parte V y última


    Fecha: 19/04/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: joel34, Fuente: RelatosEróticos

    ... único.
    
    Me le quedé viendo incrédulo. Una belleza así no puede durar mucho tiempo célibe. Con escepticismo pregunté:
    
    -¿Qué más hay?
    
    -Solo mírame. Si lo que ves no te agrada, con calma sales del cuarto y yo lo haré de tu vida.
    
    -Ok.-Respondí en lo que ella se quitaba la última prenda que alcanzaba a cubrirla. Se paró frente a mi y, con un dejo de desconfianza, me preguntó:
    
    -¿Qué te parece?
    
    La observé de frente, de perfil. Seguía siendo una diosa para mí.
    
    -Yo sigo viendo una mujer hermosa y deseable, Danny.
    
    -¿Lo dices en serio? ¿A pesar de...?
    
    No le permití terminar la frase, porque la volví a besar con ansiedad. Ella me correspondió, se veía dichosa. La abracé de nuevo, haciéndola sentir mi hombría y su rostro enrojeció.
    
    La lleve a la cama con cuidado, como quien toma por primera vez una delicada pieza de arte, y sin dejar de poner mis labios en todo su cuerpo, hice que se volviera para darme la espalda. Levante sus caderas para que su trasero quedara expuesto y, a fin de que se relajara, dije la primera frase que encontré:
    
    -Abogada, ha cometido una falta.
    
    Ahi mismo entendí que Daniela estaba a la expectativa. Nerviosa pero con el deseo hirviéndole en la piel.
    
    -¿De qué se me acusa?
    
    -De volverme loco por usted.- Le contesté, en lo que mi miembro empezaba a entrar por su cuevita.
    
    Ella empezó a jadear y a dolerse. Posiblemente no esperaba una penetración de ese calibre pero no hizo por impedirme entrar.
    
    -Objeción abogado. Usted ya ...
    ... estaba loco. - La escuché decir entre quejidos.
    
    Volví a embestirla, despacio pero con firmeza. Le di nalgada tras nalgada, en lo que pretendía estarla regañando por ser niña mala. Ella aceptó con la cabeza, pero no me dijo nada porque de seguro estaba concentrada sintiéndome entrar. Yo seguí empujando, venciendo sus barreras en lo que me hundía y salía de nuevo. Una y otra vez, conquistaba su piel y su carne que en esos momentos me pareció arder. Penetrar, dejarla ahí para que su estrecha gruta se amoldara a mi tamaño, y después sacarla e ir más a fondo. Era un gozo enorme, quizá como nunca había experimentado.
    
    Entendí de súbito que había llegado hasta el tope cuando sentí como mis testículos golpeaban contra sus bien formadas nalgas. Ahí Danny tomó aire, sus manos apretaron con fuerza las sábanas de nuestro lecho, pero un concierto de gemidos suyos me hizo saber que lo estaba gozando en grande.
    
    -Si, estaba loco. Pero después fue por usted.- Dije entre dientes, mientras mis embestidas se hacían más rápidas y fuertes.
    
    -Loco es l... Y eso...eso solo prue... Jooooeeeel- Grito de pronto cuando comprendí que había alcanzado el orgasmo. Sus piernas empezaron a temblar y a dejar de sostenerla y se dejó caer sobre la cama. Yo no había salido de ella y así seguí penetrandola.
    
    -Joel, Joel, mi amor. - Dijo ella de nuevo como poseída. - Joel mi vidaaa.
    
    -Me vengo nena. -Dije mientras veía su reacción. -Me vengo.
    
    Ella encontró fuerza para volver a levantar su pelvis; ...