1. Mamá me pilló haciéndome una paja


    Fecha: 19/04/2025, Categorías: Incesto Autor: yo mismo, Fuente: TodoRelatos

    MAMÁ ME PILLÓ HACIENDOME UNA PAJA
    
    Mamá me pilló haciéndome una paja. A ver, soy un adolescente con las hormonas alteradas. Es normal cuando todo lo que ves en las mujeres te hace pensar en sexo, y aunque no haya tenido una relación aun con una novia, y menos aún acostarme con ella, no puedo parar de pensar en eso.
    
    Mamá está casada felizmente con mi padre. No es una mujer divorciada, ni está falta de sexo como las mujeres que aparecen muchas veces en estos relatos. Mis padres se quieren mucho, y seguramente lo hacen cuando les apetece, pero la verdad es que yo no los he oído nunca hacerlo, por lo que supongo que lo harán cuando no estoy en casa.
    
    Mi padre por su trabajo pasa largos periodos fuera de casa, y mamá trabaja en una tienda de electrodomésticos, combinado con su trabajo como ama de casa, en el que yo le ayudo todo lo que puedo.
    
    Una mañana de domingo estaba preparando la comida. Me apeteció hacer salchichas con tomate y puré de patatas. Mamá estaba en la ducha.
    
    Estaba friendo las salchichas y cada vez que les daba la vuelta veía un pene en ellas.
    
    Además, le había echado cebolla a la sartén, por lo que cortadas en aros y mezcladas con las salchichas, veía cada salchicha como un pene introduciéndose en una vagina. Dejé de removerlas un rato, pero la imagen no se me quitaba de la cabeza.
    
    -Carlitoooos, ¿Dónde estás? -mamá me seguía llamando Carlitos, aunque ya tenía 18 años, como si siguiera siendo su niño pequeño.
    
    -Estoy en la cocina mamá. -le ...
    ... respondí mirando la sartén como si las salchichas y la cebolla volvieran a ponerse en movimiento, aunque solo borboteaba el aceite.
    
    Mamá entró en la cocina, solo tapada por una toalla de ducha y secándose el pelo con otra más pequeña. Estaba guapísima.
    
    -Que bien huele hijo. -me dijo poniéndose a mi lado y mirando lo que estaba preparando.
    
    -Pues falta el puré y el tomate. Enseguida estarán.
    
    -Vale hijo. Te esperaré aquí sentada.
    
    Terminé de freír la comida sin mirar demasiado a la sartén.
    
    Saqué las salchichas y la cebolla en dos platos, y las coroné con el puré de patatas. El tomate lo dejé por separado para que cada uno nos echáramos lo que quisiéramos.
    
    Mamá estaba sentada con la toalla puesta y la otra enrollada en el pelo.
    
    -¿No te vistes mamá? -le pregunté mientras le pasaba el tomate.
    
    -Tengo calor hijo. -me dijo mientras se echaba el tomate sobre las salchichas y la cebolla.
    
    -Andrea, Andrea. -le dije mientras cortaba una salchicha.
    
    -Carlitos, Carlitos. -me contestó ella riendo.
    
    -Tengo ya una edad mamá. -le comenté.
    
    -Para mí siempre serás mi Carlitos. -y me dio un tirón suave en la mejilla-. En el fondo me encantaba ser su Carlitos.
    
    Después de comer, mamá recogió la mesa. No me dejó hacerlo ni fregar los platos ni los cubiertos.
    
    Decidí subir a mi cuarto después de comer. Le escribí a mi amigo Roberto para discutir la estrategia del partido. Teníamos una liguilla de futbol, nada serio, jugábamos entre amigos del barrio, sin rivalidad ...
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