1. Pascuala


    Fecha: 20/04/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... temor pero fue aumentando el ritmo, sentada como estaba a la altura de su boca, pronto comenzó a lamer, primero el capullo y fue bajando por el tronco hasta los huevos y con sus manos apretaba mis nalgas para que no se le escapara su presa, de las lamidas pasó a las chupadas y fue tragándoselo hasta que lo tuvo casi todo dentro de su boca
    
    ayudándose de la mano, cada vez era más intensa la paja
    
    y mi polla entraba más profunda en su boca hasta que una explosión de mi lefa la lleno por entera, se escurría por sus labios pero ansiosa seguía mamando.
    
    La levanté y si pensármelo le bajé su camisola para dejar sus tetas al aire, eran más grandes de lo que pensaba, las tenía un poco caídas pero atractivas y sus pezones duros como piedras, los ataque sin piedad, de suspiros pasó a gemidos sin soltar la verga.
    
    Seguí mordisqueando sus pezones y comiéndome sus tetas y nos fuimos para la cama, la terminé de desnudar, su coño era grande, con poco pelo canoso pero abultado, la tumbé en la cama y comencé a explorar su chocho con mi lengua.
    
    Enseguida se abrió de piernas para que pudiera lamer con más ...
    ... facilidad, iba alternando la lengua con mis dedos, explorando sus labios hasta encontrar el clítoris, era alargado y duro parecía un pequeño pene, cuando lo empecé a lamer, su cuerpo s estremeció y un gemido profundo salió de su boca mientras su cuerpo se estremecía.
    
    Sus manos empujaban mi cabeza para que no saliera de allí, asi me lengua en su clítoris y mis dedos acariciando el resto de su coño.
    
    Seguí saboreando su conejo y comencé a notar como empezaba a humedecerse, sus manos sujetaban cada vez más fuerte mi cabeza, ya no eran gemidos, eran resoplidos de placer, sus movimientos de culo eran mas violetos, subía y bajaba su pelvis, elevando sus nalgas de la cama para dejarse caer, mientras mis manos estiraban de sus pezones y masajeaba sus tetas.
    
    Le agarré de su culo para profundizar mas ese coño al que le estaba dando vida después de tanto tiempo, hasta que noté como un hilillo flujo salía de el, por fin después de tanto esfuerzo conseguí que se corriera, Pascuala se quedó muda, como transpuesta, respiraba muy fuerte, sin habla, toda abierta de piernas y
    
    con los ojos cerrados.
    
    Continuará 
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