La cantante parte 6 - Relatos Eróticos

La cantante parte 6

... extraño, tenía un vendaje, donde acaba la espalda.

_ ¿Y esto?_ dije

_Ya te contaré, hice varias estupideces en Barcelona, esta fue una de ellas_

Pensé si Jordi no la habría lastimado de alguna manera.

Nos besamos, primero con mucha dulzura, pero la temperatura de los besos fue subiendo de a poco.

Me sobó la polla sobre el pantalón y luego me desabrochó el cinturón.

Comenzó a mamarme la polla, la dejé que hiciera lo que quisiera conmigo.

No tuvo que pedirme que me corriera, sabía yo que era eso lo que ella buscaba.

Acabé dentro de su boca, tragó toda mi leche.

Sus ojos eran dos rayitas, cuando levantó su cara para besarme.

Pedimos comida china.

Luego fuimos a su cama, la penetré de costado, sentía su extraño vendaje sobre mi vientre.

Fue un buen polvo, cariñoso, apasionado, sentido, ella se corrió y yo también.

_ ¿Es un tatuaje?_ dije cuando ella iba al baño

Me parecía demasiado grande, justo donde acababa la espalda y comenzaba el culo, en su cintura.

_Es una idiotez, ya lo verás mañana_ dijo ella

Nos abrazamos otra vez en la misma posición en la que habíamos follado.

_Durmamos cucharita, amor_ dijo ella

Desayunamos juntos por la mañana.

_Debo decirte algo_ dijo ella

_ ¿Has follado con ese viejo?_ pregunté

_ Sí, he estado con él en Barcelona, ya no quiero verlo, nunca más, quiero estar con vos, vos sos lo único que me importa_ dijo

_No me importa con quien hayas estado y lo que hayas hecho_

_No quiero ...

... estar lejos de vos nunca más_ dijo ella, nos besamos

Quedamos que por la tarde volvería a verla.

Sentía una extraña paz, de alguna manera ella y yo habíamos arribado a puerto.

Estábamos compenetrados por fin, habíamos follado de una manera perfecta la noche anterior.

Por la tarde regresé a su casa, ella me dio unas llaves de su piso.

Ella cantó al piano, todo era muy bucólico y con mucha paz, salimos a comer afuera a un sitio pequeño, cerca de su casa, regresamos andando.

Nos desnudamos, en el cuarto había una luz muy tenue, ella había encendido unas velas, se escuchaba una música de bossa nova.

_Es Ellis Regina, una de mis cantantes favoritas_ dijo Roxana

Su cuerpo desprendía un calor increíble, esa voluptuosidad de sus formas parecía tener un correlato en la temperatura de su piel.

Hicimos un 69 por primera vez, ella se corrió con mi polla en la boca, mientras yo le comía el coño, chorreante, jugoso, sus flujos me parecía exquisitos.

Luego ella se puso en cuatro patas, ya no tenía el vendaje

Cogí su pequeña cintura y me hundí en ella.

La música de Bossa nova seguía llenando el ambiente, todo era etéreo a la luz de esas velas.

Pero a pesar de esa media luz pude ver su tatuaje con claridad.

JORDI, tatuado en letras góticas y cutres, allí donde comenzaba el culo, una especie de cinta pasaba por entre las letras y a cada lado unas alas de ángel.

Era bien de putón de película porno.

Sentí otra vez ese morbo malsano y una especie de ...