1. Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (11)


    Fecha: 24/04/2025, Categorías: Incesto Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... en el gesto descompuesto de su rostro y sentir su excitación en cada momento en el que me provocaba tanto placer que me hacía perder la noción del tiempo y el espacio olvidándome por completo de la relación que había entre la chica que me estaba mamando la verga y yo.
    
    No podía pensar en nada que no fuera la sensación de tenerla arrodillada frente a mí, mamando mi verga con tal devoción que me llevaba al cielo y me regresaba a la tierra en cada ocasión en que mi glande tocaba su garganta para luego regresar a su lengua a la vez que sus labios acariciaban mi piel y me llevaban al borde de la demencia.
    
    Era demasiado placentero, perverso y morboso estar de pie frente a Adahí, mirarla desde arriba mientras me comía el pene con tanto entusiasmo y fervor, algo tan perfecto que no quise contener mi placer, que ni siquiera hice el intento por prolongar el momento de explotar en su boca, sabiendo que tendríamos mucho tiempo para estar juntos, que aquello era tan solo el principio de todo lo que planeaba hacerle a mi hermosa y seductora muchachita.
    
    Adahí se sobresaltó un poco y miró hacia arriba cuando la tomé de la cabeza y mis caderas comenzaron a moverse frenéticas, haciendo que mi pelvis chocara contra la cara de mi hija, que mis huevos se estrellaran una y otra vez con su barbilla mientras ella trataba inútilmente de contener mis arremetidas haciendo fuerza con sus manos en mis piernas, sin que tal clase de esfuerzo tuviera el más mínimo efecto en el ritmo con el que me ...
    ... la cogía, el cual no cedió ni siquiera un poco hasta que mis oídos me obsequiaron el sonido que esa chica a mis pies emitía al atragantarse cuando los chorros de mi semen comenzaron a ser expulsados en su boca, haciendo que diera varias arcadas, que un poco de mi leche escapara de sus labios mientras experimentaba la forma como sus manos temblaban de ansiedad y desesperación al no poder zafarse de mi agarre, hasta que la última gota de leche salió de mi cuerpo y la dejé libre.
    
    Mi hija se lanzó hacia atrás hasta caer sentada sobre su trasero, respirando con dificultad, llevándose una mano a la cara mientras saboreaba el semen que aún tenía en la boca y sacaba su lengua para recoger lo que se había embarrado alrededor de sus labios, antes de mirarme con un gesto lascivo de lujuria encarnecida, con la boca entreabierta y los ojos turbados por la excitación que hacía hervir su sangre, enrojeciendo la piel de su rostro y provocando temblores en el resto de su cuerpo.
    
    - Me encanta tu leche, papi, podría beber de ella todos los días - dijo con un tono enloquecido, empleando una entonación que delataba una naturaleza salvaje e intensa que hacía mucho tiempo no veía en una mujer, que no había observado ni siquiera en Lidia a pesar de lo apasionada que se mostraba cuando íbamos a coger.
    
    En medio de aquella intensa y lasciva mirada, sintiendo cómo un estremecimiento recorría mi cuerpo y mientras mi verga se esforzaba por erguirse de nuevo, me agaché y tomé a mi hija por las ...
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