CAMINO DE SANGRE VIII Siempre tuyo…siempre mío - Relatos Eróticos

CAMINO DE SANGRE VIII Siempre tuyo…siempre mío

... así…tienes sexo con ellos?

V: sí, con todos, tú quieres también disfrutarlos?

J: sí quiero, quiero vivir este placer, contigo y con ellos, claro si ellos me aceptan.

V: te aceptaran, no te preocupes por eso.

J: y qué va a pasar con el amo William, que va a ser de él?

V: por él no te preocupes ya no le perteneces, estás libre de él, ahora estas bajo mi protección y la de mis hombres. Por cierto debo a mi nueva propiedad a resolver allá. Ya es casi medio día.

J: quieres que te acompañe?

V: no. Quédate aquí descansa, no quiero que veas aquello.

Vlad se levantó de la cama y fue a darse un baño y arreglarse para salir, debía finiquitar el asunto Mcgregor, no podía dejar ese cabo suelto, era un enemigo latente que tenía allí. Se alistó y tomó su caballo, antes de salir le encomendó a su asistente de cámara que tuviera pendiente de Josep y de lo que necesitara. Salió de su propiedad a todo galope y llegó a la ahora su nueva propiedad, aquello era un caos en ese momento, todo estaba detenido y los esclavos iban de un lado a otro sin saber qué iba a pasar con ellos, sabían que tenían nuevo dueño, que el amo William lo había perdido todo en el juego, el mismo se encontraba a la puerta de la finca pegando grito desde la madrugada que no le podían hacer eso, que era su propiedad que no lo podían despojar de todo. A las puertas de la propiedad estaban unos gendarmes cuidando la entrada a encargo de Vlad hasta su regreso. En esas aparece Vlad a caballo y ...

... Mcgregor se le fue encima, tuvo que ser sujetado por los gendarmes, estaba fuera de sí botaba babas por la boca de la furia.

V: quédese quieto Mcgregor, le va a dar algo.

Mc: ladrón, miserable, me hiciste trampa y me lo quitaste todo.

V: yo no hice nada, gané limpiamente y todos fueron testigo de ello así que váyase de mi propiedad.

Mc: éstas me las vas a pagar, esto no ha terminado. –dijo Mcgregor caminando monte adentro, perdiéndose de vista.

V: déjenlo que se vaya –dijo a los gendarmes- necesito que se queden aquí por si vuelve, no lo dejen entrar. Y usted convóqueme a todo el personal y esclavos al patio necesito hablarles. –dijo a uno de los capataces- reúnalos.

Ya dicho esto entró a la casa y empezó a revisar todo verificando lo que ahora era de su propiedad, la casa era una buena construcción, vieja pero sólida hecha con buenos materiales, fue al estudio y abrió la caja fuerte y tomó lo que en ella había, papeles de propiedad de los esclavos, algo de dinero (no mucho) y algunas joyas, algunas de buen valor. En eso le vinieron avisar que todo el personal estaba reunido en el patio y fue a reunirse con ellos.

V: buen día, soy Vladislav Dracul y ahora soy el nuevo dueño de esta propiedad entiendo que existe algo de zozobra en todos pero estoy aquí para informarles lo que se va a hacer. Esta propiedad a partir de este momento se suma a la vecina que es la mía y pasa a ser una sola propiedad. Dentro del inventario veo que hay muy pocas mujeres, yo tengo la ...