CAMINO DE SANGRE VIII Siempre tuyo…siempre mío - Relatos Eróticos

CAMINO DE SANGRE VIII Siempre tuyo…siempre mío

... costumbre es de trabajar con personal masculino, las mujeres desde este momento son libres, les otorgo la libertad y se les va a dar por escrito. En relación a los hombres tienen la opción de sumarse a mi grupo de trabajo o al igual que las mujeres el que se quiera ir en condición de libertad puede hacerlo. Los que no se quieran ir pueden quedarse y van a estar bajo mi resguardo y protección, bajo mi cobijo nada les faltará, eso se los aseguro, les prometo una buena vida con todas sus necesidades cubiertas. Ustedes deciden.

Se fueron reuniendo por grupos y empezaron a discutir entre ellos lo que iban a hacer, las mujeres aceptaron contentas su condición actual por fin serian libres, existía una población de esclavos que habían dejado de serlo y vivían en una comunidad de negros libres, trabajando para los hacendados o en diferentes oficios pero recibiendo paga, los hombres que tenían pareja e hijos entre los esclavos tomaron la opción de la libertad al igual que sus mujeres para criar sus hijos en libertad, los hombres solteros algunos decidieron por la libertad y otros decidieron quedarse bajo la condición de esclavos y ver que tal. En total una veintena de hombres fueron los que decidieron quedarse, al final se finiquitó a los que decidieron irse y se les dio la documentación correspondiente y se marcharon con sus pertenencias, quedaron una veintena de hombres jóvenes que decidieron quedarse, ya reunidos los que se quedaron Vlad conversó con ellos, al mirarlos vio un ...

... conjunto de hombres de color, jóvenes y con cuerpos formados por el trabajo duro, la verga de Vlad dio un salto de excitación. Los mandó a todos a pasar al estudio de la casa grande y allí se reunión con ellos a solas, tranco puertas y ventanas.

V: bien ustedes son los que decidieron quedarse, a mi cuidado nada les faltara, les prometo seguridad, resguardo, protección y placer –al decir la palabra placer todos se vieron las caras extrañados-, bien ahora necesito revisarlos, por favor todos quítense la ropa, toda la ropa.

Extrañados, todos mirándose unos a otros se fueron despojando de sus ropas, no estaban acostumbrados a la desnudez en colectivo por lo que estaban un poco cohibidos, Vlad necesitaba condicionarlos al homoerotismo para sumarlos a su grupo de placer, para poder hacerlos necesita hacer contacto físico con ellos para poder insertarle el pensamiento homoerótico, ya estando todos desnudos y parados esperando ser revisados por su nuevo amo, la acción no era extraña ya que al ser comprados fueron revisados en desnudez de la misma forma, uno a uno Vlad paso a revisarlos tocando sus brazos, acariciando sus hombros, cuellos y espalda acarició sus glúteos comprobando que había unos que tenían unos culos magníficos, acarició sus nalgas y hurgó con sus dedos en sus anos, algunos se asombraron ante el tocamiento y otros lo aceptaron con naturalidad, en todos la caricia tuvo el efecto deseado que fue el paulatino endurecimiento de sus penes, eran unos penes estupendos, ...