METAMORFOSIS 206
Fecha: 01/05/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Betelgeuse, Fuente: SexoSinTabues30
... pene abultado erecto que se había formado en su pantalón que rozaba suavemente asimismo sintió sobre su cabeza el mentón de Eliazar Emigdio y su recurrente respiración que golpeaba el brilloso pelo castaño, un susurrar escuchó a través de sus oídos, la tibieza de la respiración golpeaba la oreja, hasta ese momento la piel blanca y sedosa del niño era como de gallina, de eso dio cuenta Eliazar quien a más de sonreír puso sus manos sobre las del niño entrelazándose los dedos mutuamente a esto Saúl correspondía apretándolos mutuamente, el apego fue más determinante cuando el pecho de Eliazar empujaba la espalda del niño haciendo que su pechito se arrime a la pared muy fuerte por cierto, así, la cadera se movía circularmente para luego hacerlo de atrás para adelante en un ritmo que al roce hacía poner más erecto el pene, ambas caderas se movían en el mismo sentido hacia adelante y hacia atrás, el pequeño cada vez sentía más presión sobre su cuerpo, sintió el roce de la lengua de Eliazar sobre su cuello, cerró los ojos, sentía algo raro que se traducía en que su penecito se mostraba erecto en la fina tela de su pantalón de casimir inglés, la presión en sus dedos también era descrita, seguían entrelazado firmemente, sentía más el pecho de Eliazar sobre su espalda, ahora el sometido era Saúl Alexander Jean Pierre, se podía notar el contraste de piel morena clara en el brazo de Eliazar con el piel blanca del pequeño Saúl, unieron las mejillas contemplando el ambiente festivo en su ...
... delante, miraban aquellos lujosos autos, los uniformes variados de los chóferes que manejaban esos automóviles, tenían adecuada visión y también propia intimidad que permitía a Eliazar empezar a besar el cuello y mejillas de Saúl Alexander, la mirada de Eliazar se fijó en la puerta de aquel cuarto pequeño de la terraza que se encontraba a pocos pasos de allí, le hizo gestos al niño que desde un principio estaba quietecito, aun así siguió estando mientras Eliazar caminaba hacia la puerta, sacó una llave de diseño antiguo de mediados del siglo XIX y la giró en la cerradura abriéndose de un chirrido prolongado en las bisagras producto seguramente de escasa lubricación por el moho imperante en la puerta antigua, el nene aún inmóvil vio desde su sitio el cuerpo de Eliazar adentrándose en el cuarto oscuro, desde lo claro oscuro de allí salía una mano insinuándole entrar, lentamente el nene se apartó de la pared donde estaba arrimado viendo los automóviles, dirigió sus pasos a ese lugar que ya para él era conocido, era un cuarto donde hacía muchos “juegos privados” con Eliazar Emigdio desde que tenía uso de razón, en realidad, Eliazar Emigdio siempre fue el iniciador de esos “jueguitos” traviesos que los conoció y aprendió viéndose hacer a los niños mayores del barrio donde antes vivía siendo muy pequeño, también lo presenció desde su cuarto con lo de su madre y… con aquel hombre muy conocido por él visto en el lecho, algo imborrable en su mente cuando de niño muy pequeño e inocente ...