La Jaguar vs Shadow Angel - Relatos Eróticos

La Jaguar vs Shadow Angel

... no llevara ningún arma oculta.

- ¿Es necesario eso?- Susurró la ninja al ver que las manos del árbitro se deslizaban entre sus glúteos y algo más abajo.

- Son las normas.- Contestó él.- Si te sirve de consuelo, tu contrincante ha pasado por lo mismo. Claro que en su caso el cacheo ha sido digamos… más fácil.

Mientras el árbito terminaba de toquetearla, o más bien manosearla, Shadow Angel se fijó por primera vez en su rival. La Jaguar estaba apoyada en uno de los pilares del ring, mirándola relajada. “Fácil dice” masculló la ninja “supongo que ir medio desnuda facilita el cacheo”.

Melanie vestía tan sólo un top y unas bragas con estampado de jaguar, junto con una máscara que imitaba el rostro de la fiera y le ocultaba la cara. Mientras Shadow Angel era cacheada, Melanie deslizó la mirada hacia el público. Jake y Kate estaban sentados a primera línea de las gradas, observando atentamente. A Melanie se le hizo un nudo en la garganta. Lo habían ensayado numerosas veces, ellos insistían en que estaba más que capacitada. Aún así, la fama de Shadow Angel la precedía y ella temía quedar en ridículo ante sus amos. Y sobretodo temía el castigo de Jake si la decepcionaba.

El plan pasaba porque Melanie lograra una rápida victoria sobre Shadow Angel, algo que con sus habilidades sobrehumanas no le debería suponer ningún problema. Sobretodo esa noche de luna llena. Debía dejarla inconsciente, asegurarse que no se levantara. Después Frank y Toby que esperaban en un callejón, ...

... vestidos de enfermeros y con una furgoneta alquilada que habían pintado como si fuera una ambulancia, entrarían en el recinto para llevarse a la ninja a ser atendida a un hospital, salvo que en lugar de eso, la llevarían a un local semisótano que habían alquilado para la ocasión. Todo, por supuesto, pagado con los ahorros de Melanie. En teoría todo debería salir como la seda, pero había tantas cosas que podrían salir mal…

Tan obcecadas estaban ambas chicas en sus propios pensamientos que ninguna de las dos paró atención a la presentación ni explicaciones del árbitro hasta que el sonido de la jaula bajando las sacó de sus pensamientos. Ambas chicas se estrecharon la mano y se situaron en extremos opuestos del ring. Cuando sonó el timbre que daba inicio a la pelea ambas se abalanzaron la una contra la otra como dos gatas en celo.

En un rincón apartado de las graderías, una figura solitaria contemplaba la pelea. Alguien que cubría su rostro con una sudadera oscura y que no había olvidado a la Jaguar. Mortaja, que no se perdía ningún detalle de la pelea, nunca creyó ninguno de los rumores que circularon sobre la ex-heroína. ¿Ultrajada por unos maleantes cualesquiera? ¿Prostituyéndose en un burdel? ¿Sepultada en los cimientos de uno de los muchos edificios de la ciudad? ¿Asesinada y pudriéndose en el fondo del río metida en una bolsa llena de piedras? Él más que nadie sabía lo dura que era la Jaguar, y por eso nunca creyó ninguna de las muchas teorías que especulaban sobre ...