1. Darían, mi compañera de clases


    Fecha: 05/05/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Tic tac, Fuente: SexoSinTabues30

    Agosto
    
    ​​​Era una mañana fría. Había llovido el día anterior, así que el viento que corría era bastante helado.​ ​ ​​Estaba muy nervioso. Era el primer día de clases en la preparatoria y, aunque era una escuela pequeña, sentía algo de miedo e inseguridad al saber que me esperaban cosas nuevas. Claro que el miedo y la ansiedad se reducían al recordar que no era el único nuevo en aquella escuela. Tras llegar, perdí tiempo buscando mi salón de clases, así que cuando llegué, la primera clase ya había comenzado.
    
    Toqué la puerta, la abrí y le pedí permiso a la profesora para que me dejara pasar. Ahí recibí la atención de toda la clase.
    
    —Profesora, ¿puedo pasar? Estaba en dirección.
    
    La profesora dejo de hablar con el grupo y se recargó en la orilla de su escritorio, cruzó los brazos y comenzó con su sermón.
    
    —Primer día de clases y llegando tarde. ¿No le enseñaron a ser puntual en la secundaria, señor?
    
    El grupo, mi grupo, que se encontraba sentado ya en orden alfabético, de acuerdo a la inicial del apellido paterno, comenzó a reírse. Yo los miré a todos. Todas las butacas estaban ya ocupadas, todas, excepto una.
    
    Frente a la butaca vacía había una chica que me estaba mirando mientras sonreía. Era de piel clara, a comparación del resto de chicas. Pelo oscuro bastante lacio y bien cuidado. Vestía una sudadera color rosa pastel, pantalón de mezclilla azul marino, muy muy ajustado. Probablemente aquella chica pesaba unos ocho kilos más que yo. Bueno, ...
    ... definitivamente era una chica linda, pero nada más.
    
    Volviendo a prestar atención a mi profesora… Ella volteó a ver al grupo y comenzó a hablar con ellos.
    
    —Jovenes, les aviso de una vez, que la puntualidad es algo que va a verse reflejado en sus calificaciones finales, para bien o para mal. Así que ustedes elijen. Si van a llegar tarde como su compañero…
    
    La profesora hizo una pausa, volteó a verme y me hizo señas con la cabeza para que dijera mi nombre.
    
    —Victor, Victor Mondragón.
    
    — Si van a llegar tarde como su compañero Victor, olvidense de tener calificaciones aprobatorias.
    
    La profesora se sentó y me dijo que tomara asiento.
    
    Cuando me acerqué a mi banca, aquella chica, con una sonrisa bastante amigable me volteó a ver una vez más.
    
    —Ay Victor.
    
    Por primera vez había escuchado la voz de mi compañera, y la había escuchado pronunciando mi nombre. No sé porqué, pero eso me volvió loco al instante.
    
    La clase siguió con normalidad. Lo mismo con Taller de lectura y con Ciencias sociales. Esta última, nos era impartida por nuestra tutora, quien al llegar, quiso comenzar con una dinámica para conocer nuestros nombres y romper el hielo.
    
    —¡Hola chicos! (voz chillona y molesta). ¿Ya se conocen?
    
    —¡Yaaa!
    
    Una voz algo pesimista respondió desde el fondo del salón. Para mí aparente alivio, esa respuesta haría que todo ese teatro de presentación fuera ya innecesario, pero no.
    
    —Bueno, chicos. Se conocen entre ustedes pero yo a ustedes no. Así que quiero ...
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