Merceditas 3
Fecha: 17/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: mercedes, Fuente: TodoRelatos
Mamá entró a mi dormitorio y se sentó en mi cama. Yo estaba desnuda. Cuando desperté sentí sus labios en mi boca y su lengua que jugaba con la mía, que no le correspondía aún. Mamá también estaba desnuda.
La abracé y devolví su beso. Se acomodó a mi lado y no dejamos de besarnos en ningún momento. Pasaron algunos minutos donde solamente nos besábamos. Sentía sus tetas sobre mi cuerpo y sus piernas que se habían entrecruzado con las mías. Movía su concha frotándose contra mí. La suya ya estaba mojada y no tardé en hacer lo mismo.
Puso sus manos sobre mi vagina y empezó a masturbarme. Quise usar las mías y dijo que no lo haga.
Deja que mamá te lo haga.
Lo hacía lentamente, jugaba con mi clítoris. Al mismo tiempo comenzó a chuparme un pezón. No lo mordía, solamente lo chupaba y jugaba con su lengua en el.
Me retorcía en la cama. Sentía un gusto enorme. No tardaron en llegar mis gemidos.
Cuando sentí que me desesperaba, que estaba por correrme ya, tomé su mano y empecé a moverla con fuerza.
En ese momento ella paró.
La miré y le dije que ya me corría, que no parara.
No hija, no vas a correrte. Quiero que llegues bien caliente a la zapatería.
Mis súplicas de nada valieron. Me dije que iba a correrme sola en el baño cuando fuera. Me aguardaba otra sorpresa.
Dándome un gran beso, sin lengua dijo que fuera al baño, que seguramente iba a querer orinar. Le dije que sí, que deseaba hacerlo. Pero su masturbación me había distraído de eso.
Me ...
... levanté y cuando estaba dando los primeros pasos al baño, me dio una tremenda nalgada que me quedó el culo ardiendo.
Me di vuelta para mirarla y ella estaba riendo.
Vas a decir que no te gustó la nalgada?
Era cierto, me había gustado y tuve que reconocerle que sí.
Ella me acompañó y entró conmigo. Me senté en el inodoro y le pedí que saliera, que no podía orinar si me miraba.
Ni lo sueñes. Quiero verte orinar.
Mamá, no puedo si te quedas mirando.
Avísame cuando estés por orinar.
Abrió el grifo de agua del lavatorio que no tardó en hacer efecto. Sentí que el chorro de orina ya salía. Mamá estaba de rodillas delante de mí. Sus manos sobre mis muslos, cerca de la vagina.
Comenzó a salir el chorro caliente y amarillo.
Para mi sorpresa, mamá puso una mano en mi concha y empezó a fregarla contra ella. La miraba asombrada. No sentía asco por lo que estaba haciendo. Era una sensación rara. No me desagradaba, más bien lo contrario. Juntó orina en su mano y la tiró sobre mi cuerpo, sobre mis tetitas.
La miraba fascinada. No tardé en sentirme más caliente y no era por la orina caliente, era porque eso me estaba excitando.
Había abierto mis piernas al máximo para facilitar que mamá metiera bien la mano.
Cuando terminé de orinar, ella refregó su mano en mis tetitas y jugó con mis pezones.
Yo respiraba agitada y dejaba que ella hiciera el juego que quisiera.
Te ha gustado, puedo ver que sí. Te has puesto caliente. Eres una putita sucia.
Para mi ...