1. Trío bisex con un hijo y su madre


    Fecha: 17/05/2025, Categorías: Incesto Autor: Walse, Fuente: TodoRelatos

    ... lo pensé dos veces: me agaché sobre ella y lamí su tripa, recogiendo la corrida de su hijo. Luego subí hasta su boca. Ella me recibió con la lengua fuera, gimiendo como una perrita.
    
    Nos besamos con el semen de su hijo en medio, pasándonoslo de uno a otro. Yo acaricié sus pechos, también pringosos, mientras gemía en su boca. Ella se colocó encima de mi. Me quitó el condón que había usado para follar a su hijo y se acomodó mi polla en su coño. Comenzó a cabalgarme. Botaba encima de mi con los ojos cerrados, gimiendo. Sus tetas se bamboleaban al ritmo de sus botes, pequeños restos del semen de Jorge se deslizaban hasta caer en mi torso. Yo aferraba su culo, acompañando sus movimientos.
    
    Igual que había pasado conmigo antes, nos habíamos olvidado de Jorge. El chaval nos miraba con la polla en la mano, otra vez dura. Es lo que tiene la juventud.
    
    -Ven, fóllate el culito de mami -dijo Lucía.
    
    Jorge cogió otro preservativo. Yo abrí el culo de Lucía para él mientras se lo ponía. Los gemidos de su madre al sentir ambas pollas dentro fueron indescriptibles, siempre solía gemir como una perrita, con jadeos muy agudos. Pero aquella vez ...
    ... estaba fuera de sí. Se movió entre los dos como una fiera, clavándose ambas pollas, haciendonos temblar de placer.
    
    Yo me corrí primero, ella sonrió al sentirme. Nos besamos mientras Jorge se follaba su culo. Me separé de ellos y observé como se follaba por detrás su madre a cuatro patas. Luego lo saco, se quitó el condón y se la metió por el coño en la misma posición.
    
    -Agarrala del pelo, que eso le gusta -dije.
    
    Jorge me hizo caso. Al sentir el tirón de pelo, Lucía soltó un grito extasiada.
    
    -Joder, así cariño, así, dale caña a mami.
    
    -Uff sí, ¿así te gusta? -respondió el al tiempo que daba un azote al culo de Lucía.
    
    -Joder síiii, así.
    
    Jorge no tardó en volver a correrse, esta vez en la espalda de su madre. Luego nos relajamos los tres, sudorosos sobre la cama del chaval, hablando.
    
    Volvimos a repetir algún trío así. Después, Lucía y yo nos distanciamos un poco, pero seguimos manteniendo una buena relación. La última vez que le pregunté, me comentó que Jorge se había echado una novia y, recordando los buenos tiempos, me confesó que esperaba que algún día, cuando ellos estuviesen en el baño juntos, la oyesen llegar. 
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