Aguas calientes
Fecha: 18/05/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: FantasiosoHeavy, Fuente: CuentoRelatos
Era un día frio de invierno. Las nubes no dejaban ver el sol y el ambiente gélido no invitaba a salir de casa. Llevaba unos días sin salir de casa, estaba triste por la rotura con mi ya expareja.
Sacando fuerzas de no sé donde decidí salir de casa, iría a caminar por el monte. De repente se me ocurrió que podría ir a bañarme a unas termas que conocía. No estaban cerca de casa, tendría que conducir unos 100km y andar una hora, pero merecía la pena.
Preparé mi mochila y salí. Al llegar a la zona aparqué mi coche y empecé a andar. El aire era frío pero la belleza del bosque helado era embriagadora. Caminé monte arriba, en dirección a las termas. Tenía claro que con ese día estaría solo en las termas. Es lo que quería, no tenía ganas de encontrarme a nadie. Seguí la senda hasta llegar al punto donde tenía que desviarme para bajar por la ladera hasta llegar al punto de las aguas calientes.
Empecé a bajar la ladera, cruzando el bosque por un camino poco frecuentado. Cuando ya estaba por llegar escuché un ruido que provenía de las termas. De repente me quedé quieto. ¡Mierda! Pasó por mi cabeza. Quería estar solo y había alguien. Sin hacer ruido me escondí detrás de la maleza para ver quien se estaba bañando.
Por mi sorpresa había una chica sola. Estaba desnuda. Estirada dentro del agua. La veía perfectamente desde mi escondrijo. Me quedé helado mirándola. Era como una ninfa bañándose en medio del bosque. Tenía los ojos cerrados y intuía un cierto movimiento que se ...
... reflejaba entre las aguas. Sus bonitos pechos entraban y salían del agua dejándome deleitar con ellos. De repente sentí como mi polla empezaba a palpitar. No me lo podía creer, se estaba masturbando.
Poco a poco empezaba a tocarse mas rápido, podía sentir como gemía. Cada vez me estaba poniendo mas y mas caliente. Ella, sin percatarse que la estaba observando seguía tocándose, podía intuir que se estaba metiendo los dedos en el coño, cada vez se doblaba mas para poder llegar mas adentro. Esto hacía que su cuerpo saliera del agua y así podía ver mejor sus enormes pechos. Mi mano empezó a sobar mi polla a través de mi bolsillo. Hacía mucho frío, pero me sentía súper caliente. De repente ella hizo un paso atrás y salió completamente del agua, dejándome deleitar de su cuerpo perfecto. Su vello púbico goteaba del agua de las termas, todo su cuerpo humeaba del calor de su cuerpo. Era una imagen espectacular. Se posó sobre una piedra y con las piernas abiertas me mostró todo su coño. Enseguida se puso tres dedos y empezó a masturbarse muy rápido, mientras que con la otra mano se acariciaba los pechos. En pocos segundos un chorro salió de su coño acompañado de un gran gemido que se dispersó por todo el bosque. Al oír ese grito una explosión emanó de mi. Me había corrido sin ni siquiera tocarme.
Poco a poco ella volvió a meterse en el agua, con una cara de éxtasis preciosa. No sabía que hacer, ahora el silencio invadía el bosque, si me movía me oiría. Si me quedaba quieto me ...