1. Mi jardinero…


    Fecha: 21/05/2025, Categorías: Gays Infidelidad Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... contoneaba sus llamativas caderas, cual si fuera toda una hembra en celo.
    
    De momento dándome la espalda se inclinó para recoger no sé qué cosa del piso, y mis ojos no hacían otra cosa, que fijarse en todo momento en su lindo y llamativo culito.
    
    La verdad es que él, seguramente tenía plan montado, ya que de momento me llamó para que lo ayudase a sacar un gran matero de su camioneta.
    
    La cosa es que luego que él agarró el gran matero, me pidió que me colocase tras de él, para los dos jalar a un mismo tiempo.
    
    Para mí era mucho más práctico, y efectivo, que yo me colocase al otro lado del matero, pero él insistió en que lo hiciéramos como él decía.
    
    Por lo que al colocarme tras de él, de inmediato sentí sus paradas nalguitas, presionando mi verga por encima del pantalón de mi pijama.
    
    El efecto fue casi inmediato, mi verga sin la menor intención de mi parte se ha parado, y puesto bien dura, a medida que él continuaba restregando sus nalguitas contra mi cuerpo.
    
    De inmediato, volteó a verme a los ojos diciendo, de manera bien sugestiva. “Mejor antes de bajar este matero, quisiera que me dijera si el lugar donde pienso ponerlo es el más adecuado.”
    
    Yo me sentí de momento sumamente atraído, por ese joven, o mejor dicho por su caliente culito, y sin pensar en más nada, cuando él se dirigió al patio, yo lo seguí cual perrito faldero, hasta que llegamos a la casucha de las herramientas, la que abrió y entrando en ella, me tomó de la mano, haciéndome que lo ...
    ... siguiera.
    
    Ya dentro, tras cerrar la pequeña puerta, prendió la luz, y se me quedó viendo directamente a los ojos, sin decir palabra alguna, dio media vuelta, al mismo tiempo que se las arregló, para bajarse sus apretados pantaloncitos cortos.
    
    Quedando ese bello y hermoso culito ante mis abiertos ojos, yo como si hubiera sido hipnotizado, separé el broche de mi pijama, agarré mi parada verga, y acercándome a sus nalgas, la dirigí al centro de la rajita que tiene entre sus paradas nalgas.
    
    Él separó sus piernas, terminando de quitarse sus pequeños, y ajustados pantalones, quedando del todo desnudito de la cintura para abajo, en esos momentos sentí su cálido esfínter, como fue cediendo fácilmente ante la presión que ejercía yo, con mi verga sobre su hueco.
    
    En cosa de pocos segundos, ya lo tenía bien calzado, mi verga la tenía por completo dentro de su caliente culo, al tiempo que comenzó a mover sus caderas, mientras que yo lo tomé por la cintura, y sin compasión alguna, comencé a meter y sacar toda mi verga de ese apretado y divino culito.
    
    El jardinero chillaba y gemía cual su fuera una verdadera puta en celo.
    
    Así estuvimos por un buen y largo rato, él diciéndome, con su afeminada voz, lo mucho que le gustaba que yo le continuase enterrándole toda mi verga una y otra vez.
    
    A medida que continué haciendo que su apretado culito, fuera todo mío, una de mis manos se fue corriendo hacia el frente de su cuerpo, acariciando sus pequeñas tetillas, su plano vientre, hasta que ...