Cumplí mi fantasía sexual, follar con mi joven vecino
Fecha: 22/05/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos
... mi atenta mirada en lo que hacía, en cómo se acomodaba aquel bulto, como lograba mantener su miembro en esos pantaloncillos tan apretados. Mis idas y vueltas a la cocina, por una y otra cosa estaban haciendo su trabajo, ya que en cada parada, me acomodaba el vestido de seda, y es que por la manera de sentarme, se me subía siempre. Me pidió permiso para ir al baño, sabía que lo tenía pillado por mí, yo sabía que los pequeños actos de excitación, estaban surgiendo efecto.
En el baño, había algo mío, la braguita que me había quitado momentos antes, yo la había dejado a propósito sobre la tapa del wáter. Sería imposible que no la viese, pero más aún, que no se atreviera a hurgar en ella. Estaba claro, que yo sabía la forma en que la había dejado, la doblé en tres partes, quería saber, si había picado en la trampa. Minutos después, de salir del baño, entré yo, ahora sabía que la había visto. Parecerá raro, pero me excitó imaginar que la había olido, que a lo mejor, había saboreado mis fluidos. Me turbó la mente, saber que podría habérsela metido entre sus pantalones y habérsela frotado en su verga erecta. Me encendió mucho esta loca idea, que me froté un poco más el coño, con esta braga sucia, imaginando que su pene, había pasado por esta prenda.
La noche estaba avanzando, y las ganas por sentirlo dentro de mí, aumentaban. Al volver al salón, lo vi tapándose con un cojín, el libro encima y él, algo acalorado. Me sorprendí mucho, pero seguro que sería una reacción, a la ...
... excitación que ya tenía en su cuerpo. Le pregunté si deseaba beber algo, me respondió tímidamente con un sí. ¡Pues venga!, vamos a la cocina, que no quiero ensuciar el salón, esto fue algo cruel de mi parte, lo sé, pero necesitaba ver ese paquete en movimiento. Yo salí por delante de él, eso sí, mis caderas las moví de manera sensual, incluso me agaché, para recoger pelusas del suelo, que más daban esas cosas. Quería verlo empalmado al llegar a la cocina, mirarlo y disfrutar de este momento.
Sus pasos no demoraron y me siguió, ya en la cocina, todo fue más sencillo. Estábamos los dos, frente a frente, yo pegada a la cocina y él recostado en la nevera, intentando ocultar su erección. Ya no habrían más tonteos, creo que iríamos a por todas. El vaso con agua estaba en mis manos, le pedí que se acercara para que lo tomase, caminó como pudo, una mano mía alejó el vaso y lo dejé en la encimera. Ya lo tenía a mi lado, mi cuerpo temblaba, mi garganta casi reseca por sentir su presencia, su altura me intimidó en aquel momento. Escalofríos recorrían mi delgado cuerpo. Sus palabras hicieron reaccionar mi distraída mente, yo solo esperaba una cosa. Se acercó muy cerca a mis labios y me susurró que si podría besarme. Esto me dejó sin aliento, no le respondí, mis labios besaron los suyos. Mis brazos intentaron rodear aquella enorme espalda, sus brazos apretujaron mi cuerpo. Creí que me doblaría o que me quebraría la espalda con sus fuertes brazos.
Los besos y caricias prosiguieron varios ...