Los amigos de mi hijo - Relatos Eróticos

Los amigos de mi hijo

... habia tenido cerca de mi por años sin saberlo, y Jose se acerco por atras y comenzo a pentrarlo lentamente. Mi verga no aguantaba la presión de ver a mi hijo siendo penetrado por ese mastil tan grande sin ninguna dificultad, por lo que deduje que Hector ya tenia camino andado en esto del sexo gay.

De pronto solo escuchamos "pero miren que tenemos aquí, una fiesta a la que nadie nos habia invitado". Era Carlitos acompañado de Pablo, quienes se tocaban la verga al tiempo que disfrutaban el espectáculo. Igualmente les hice una seña para que se acercaran, y Carlitos me dijo "papá, no sabes que feliz me hace saber que te gusta esto igual que a nosotros, desde hace tiempo queria confesarte mi sexualidad pero tenia miedo de tu reacción", lo bese y acaricie su torso musculoso, mientras Pablo se acercaba a mi por detras y abria mis nalgas, dandome el mejor beso negro de mi vida, tras lo cual me penetro de una manera deliciosa. Carlitos retiro a Hector de la mamada que me estaba dando, lo relevó chupando con gran maestria mi tranca y le ofrecio el culo, a lo cual Hector se apresuro a responder, ensartandolo magistralmente con fuertes embestidas. Jose penetro a su vez a Pablo, cuyo vaiven penetrandome facilitó su labor. Aquello era el paraiso para mi: cuatro hermosos y atleticos jovenes teniendo el mejor sexo conmigo, y dos de ellos eran mis hijos, hermosos y con buenas dotes amorosas, no podia pedir ...

... mas.

Cuando la penetracion de Pablo en mi esfinter se hizo mas vigorosa, la excitacion en mi prostata fue insuperable y me vine a chorros en la boca de Carlitos, quien trago toda la leche, y apretando el culo provoco que Hector tambien terminara lanzando gritos y chorros de leche dentro de el, al tiempo que Pablo terminaba dentro de mi y Jose dentro de el.

Cambiamos posiciones, penetrandome Carlitos y yo a Hector, mientras aparte se enredaban en un delicioso 69 Jose y Pablo.

Todavia cambiamos una vez mas, penetrandome Héctor y yo a Carlitos, mientras Carlitos penetraba a Jose y Pablo a Hector.

Terminamos extenuados y tirados en la cama, sudando y oliendo a sexo, y nos dormimos abrazados por unas dos horas.

Me desperto una sensación calida y húmeda en mi verga. Jose seguia obsesionado conmigo, y su boca era deliciosa al mamarme, empece a gemir, despertando a los demas, quienes de inmediato se unieron, comenzando otra ronda de las varias que tuvimos ese maravilloso fin de semana de machos.

A partir de entonces cada que mi esposa viajaba repetiamos la experiencia, a la que se unieron varios amigos mas de mis hijos. Incluso nos atrevimos a hacerlo varias veces en las duchas dela alberca olimpica y en los baños de la Ciudad Deportiva.

En una ocasión incluso mi hija Sarita y sus amigas se unieron, y despues hasta mi esposa, pero eso lo contare en otras historias, si les gusta este relato.