Como mi amiga me transformó.
Fecha: 24/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Transexuales
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... ilusión. Ya al poco rato al ver que él no podía quitar la vista de sus pechos, de manera algo descarada me invitó a que se los tocase, cosa que cuando escuché que me la dijo, me puse rojo como un tomate. Pero ante su insistencia, ella misma agarró una de mis manos y la colocó sobre una de sus pequeñas tetas, al principio de manera bien tímida, comencé a agarrarlas, apenas pasando la punta de mi dedo índice por encima de la piel de sus pequeños pezones. Pero con la ayuda del fuerte trago que me sirvió, al poco rato fui ganando más y más confianza, al punto que comencé a disfrutar de agarrar sus tetillas. En cierto momento su boca buscó la mía, y disfrute tanto de ese primer beso, que nos dimos en el sofá, mis torpes manos acariciaron casi todo su cuerpo. Mientras que ella lentamente sin prisa, me fue abriendo mi pantalón, hasta que sintió bajo la tela de mi interior mi erecto y duro miembro, aunque al medio tocarlo con sus dedos, se dio cuenta de que también es bien pequeño. Al yo sentir que sus dedos prácticamente estaban agarrando mi verga, me emocioné bastante. Fui tan impetuoso en mi manera de besarla y tocarla por casi todo su cuerpo, que, sin decírmelo, me fue dando poco a poco la espalda hasta que sus nalgas quedaron apuntando hacía mi cuerpo. Como si fuera un niño al que le dan un regalo que siempre ha deseado, comencé a tocárselas acariciarlas y hasta besarlas. Ella se fue poniendo en posición y recogiendo ligeramente la transparente bata que estaba usando, ...
... dejándome el paso libre a sus nalgas, al tiempo que discretamente con su otra mano, la mantenía al frente entre sus piernas, ocultándolo de mi vista. Rápidamente dirigí mi verga, al centro de sus paradas nalgas, lo cierto es que, le causó al principio algo de risa. A medida que yo continuaba clavándomela, ella disfrutaba sin dolor alguno de todo lo que yo le hacía. De momento me preguntó en medio de nuestra sesión de sexo, si alguna vez me habían hecho eso. Rápidamente le respondí que no, y la pregunta obligada fue. “No te gustaría probarlo.” casi de inmediato mi respuesta fue un rotundo y enfático no. Para a los pocos segundos decirle sin dejar de meter y sacar mi verga de dentro de sus nalgas, que eso de que me fueran a dar por el culo, a mí no me interesaba en lo más mínimo. Fue cuando ella se dio cuenta que, yo me había ofendido por su pregunta, entonces me dijo. “Mi interés no es que me des el culo, sino todo lo contrario, que si deseabas meter tus dedos dentro de mí, que eso me vuelve loca de placer, y que además mientras me haces eso te doy una buena mamada a tu verga.” Yo lo pensé por unos instantes, y sin dejar de clavarle toda mi verga entre sus nalgas le respondí que sí. Así que cambiamos de posición, después de que me embadurné mis dedos con el lubricante que me dio, comencé a introducirle uno a uno de mis dedos, dentro de su culo, hasta que prácticamente los tenía casi toda mi mano dentro de ella. Fue cuando me comentó a medida que le enterraba y sacaba mi mano, que ...