Como mi amiga me transformó.
Fecha: 24/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Transexuales
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... presionase un poquito más, a ver si también le podía meter el pulgar. Yo seguí al pie de la letra sus instrucciones, y cuando vinimos a ver ya prácticamente tenía casi toda mi mano derecha dentro del culo de ella lo que disfrutaba al máximo, por lo que cumpliendo su ofrecimiento a medida que yo le empujaba toda mi mano entre sus nalgas, buscó mi miembro con su boca. Fue cuando me dijo sonriendo, que yo tenía una verga bien pequeña, pero sabrosa. Yo disfrutaba tanto de meterme casi por completo mi mano, sin salir de mi asombro, como de la tremenda mamada que ella me fue dando. No sé por cuánto tiempo, disfruté de sentir su boca mamando toda mi pequeña verga, cuando finalmente me llegué a correrme dentro de su boca. Ella continuó chupando una y otra vez mi miembro hasta que no pude más, y tragándose gran parte de mi semen terminó de mamar. Yo estaba extasiado de cómo mi mano prácticamente desaparecía por completo dentro de sus nalgas, hasta que ya después de un buen rato se la he sacado dejando su culo tan o más abierto que un zafacón. Del sofá nos fuimos al baño, y fue cuando vi por primera vez realmente la enorme verga que tenía. Mucho más grande, gruesa y larga que la mía, cosa que realmente me asustó, y a medida que nos fuimos bañando, me fue diciendo lo que era ella realmente, y lo mucho que le gustaba, sentirse mujer, y que le dieran por el culo. Tras bañarnos nos fuimos a su cama, donde divinamente dormimos abrazados, hasta la mañana siguiente. Cuando al despertarme, ...
... encontró mi parada pero pequeña verga prácticamente saludándola. Acariciándola suavemente se la fue llevando nuevamente a la boca, y por un buen rato así continuamos. Por unos cuantos días, yo me quede en su casa, la idea era que eventualmente me marcharía a mi pueblo, pero como al quinto día de estar viviendo juntos, en medio de nuestra acostumbrada orgía, le pregunte si eso dolía. Me dijo que si un poco al principio, pero una vez que ya lo tenía adentro yo me podía dar cuenta de lo mucho que ella disfrutaba cuando le enterraba mi cosita o algunas de mis manos dentro del culo de ella. En ese momento me quedé callado, cuando de momento le dije. “Bueno házmelo, pero si te digo que lo saques me lo sacas”. Después de eso nerviosamente me puse en cuatro, y creo que estaba tan tenso que de haberme nada más tocado con sus dedos, seguramente yo hubiera salido corriendo. Por lo que su primer paso, después de separar mis nalgas con sus manos, fue el de darme un buen beso de lengua, en el centro de mis nalgas. Yo no pude, o no quise disimular el placer que sentía, cada vez que su lengua, rosaba mi esfínter. Hasta que comenzó a introducir sus dedos uno a uno dentro de mí apretado culito, hasta que llegó a dilatarme lo suficiente mi cerrado esfínter. A cada lambetazo que recibía de ella, yo me entusiasmaba más y más, hasta que prácticamente, en cierto momento casi le rogué me penetrase con su tremenda verga, cosa que hizo poco a poco. No fue hasta que nuestros cuerpos quedaron completamente ...