El tormento de Elsa (revisado) 54 a 55 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 54 a 55

... desnudos. Elsa, de pie, en mitad del gimnasio, con las piernas abiertas y los brazos a los lados, sollozaba y gemía con el culo aun empalado, los pies grapados y el coño irritado, escocido, ardiendo, mandando oleadas de dolor y placer al cerebro. Su clítoris seguía retorcido con la goma, asomando hinchado de forma obscena, casi grotesca. Las tetas, con los pezones aún ocultos dentro de ellas, le latía, pero todo el dolor era placer también. Carlos sonreía, hurgando en su bolsa llena de juguetes e instrumentos que había llevado solo para torturarla.

-Todavía podemos divertirnos largo rato preciosa. - dijo su padre acercándose a ella y acariciando su carita. Elsa se tensó, cerró los ojos y asintió.

-Si… por favor. Quiero.

Javier la besó en la boca mientras metía dos dedos en el coño de su hija, la niña se mostró de nuevo receptiva y abrió su boca gimiendo, todos sonrieron y se colocaron tras el hombre, haciendo cola para besarla y meterle mano, mostrando Elsa una recepción similar, asqueada únicamente con Carlos, al que temía poderosamente. A continuación, la hicieron ponerse de rodillas y chupársela a todos. Uno a uno los cinco hombres se corrieron dentro de la boca de Elsa, que chupó y aspiró de cada polla agarrando bien de las piernas o el culo a sus abusadores, gimiendo, gozando de las corridas deslizándose por su boca y garganta hasta su estómago, notando como se llenaba, saboreando el pis que alguno de ellos dejaba caer también. Cuando acabó de mamar la última, ...

... sorbiendo bien como si fuera un batido de chocolate, saboreandolo y relamiéndose, se incorporó sonriendo y excitada como la perra que era ya.

-Ahora… Carlos acabará contigo, y después se irá dejándonos solos al resto para acabar la tarde. - dijo su padre una vez todos la hubieran besado y magreado.

Elsa asintió, notó su flujo deslizarse por su coño y sus muslos. De nuevo parecía pis de lo profuso de la corrida. Su padre fue tras ella y le sacó el consolador casero del culo lentamente. Elsa gimió notando como su esfínter abierto latía y se quedaba abierto largo rato, cerrando despacio. Su padre sonrió. De dentro del culo salió un líquido espeso que se deslizó por los muslos, parecía como si se hubiera corrido por el culo la muy puta. Gimiendo, Elsa notó la mano de su padre acariciar su esfínter.

-Si papi. Si. - dijo con un hilo de voz… - Es tuyo… rompelo más.

Su padre, sonriendo, metió dentro del ano de la niña tres dedos. Elsa dió un respingo y chillo.

-Ahhh…. más…más cerdo… rompelo…

Sonriendo, su padre, movió los dedos dentro del culo de la chiquilla que lloraba gimiendo y entre espasmos, excitada, mojandose, temblando.

-¿Crees que entraría el puño?

-Seguro cabrón.- dijo la niña llorando y excitada, deseando que su padre metiera el puño. - MEtelo… rompeme, destrozame.

-Pues esta noche lo probamos.- Y sacando los dedos, dándoseles a lamer a Elsa que los relamió con deseo y lujuria, volvió a su sitio, junto a los demás, dejando a su hija temblando y ...