Claudia, a los 12años cambió mi vida un farmaceutico jubilado de 60 años.
Fecha: 25/05/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Transexuales
Autor: LESBITH, Fuente: SexoSinTabues30
... sobre todo con el roce de mis pezones, esos roces me provocaban erecciones pero me detenía cuando me daba cuenta de ello, me tenía preocupado y no quería hablarlo con nadie aunque tampoco sabía con quién hablarlo, hablarlo con mi madre y me aterraba y avergonzaba al mismo tiempo.
Un día que estaba ayudando en la casa de Carlos me decidí a preguntarle a él, siendo farmacéutico seguramente entendería al de medicina y me diría que hacer. No encontraba manera de preguntarle, como le diría que estaba teniendo estos cambios en mi cuerpo y no los que tenían mis compañeros de clase? Era cerca del medio día y Carlos se acercó con su jugo de naranja, me lo bebí todo como siempre, hice un silencio y con una voz un poco baja le pregunté si podía hacerle una pregunta, y él con su sonrisa bonachona me respondió: por su puesto!. Y me hizo entrar a su cocina, se sentó en una silla frente a mí y me dijo: A ver!!, que le anda pasando? Como si fuera un doctor. Yo seguía callado pero finalmente le confesé que estaba notando unos cambios extraños y se los mencioné todos incluso lo que me pasaba cuando me bañaba, él puso una sonrisa que luego entendí que era de satisfacción y me pidió que le muestre, me moría de vergüenza pero ya había hablado, no podía huir ahora y no tenía a nadie más para decirle. De a poco levantaba mi camiseta que se pegaba a mi cuerpito por el sudor de haber estado sacando a la calle sus cosas antiguas. En cuanto mi camiseta alcanzo mi pecho mis tetitas hicieron un ...
... pequeño rebote y acomodé mi camiseta sobre la mesa. Carlos tenía los ojos fijados a mis misteriosas tetas, sus ojos recorrían la curva redondeada que se formaba en la base de mis pequeños pechos, miraba mis pezones que sobresalían como dos botones gorditos y con unas aureolas rosadas y grandecita que los rodeaban, me miró a los ojos y bajo de nuevo su mirada a mis tetas que se mantenían ligeramente erguidas. Acercó su cara para ver de cerca, y puso sus manos sujetando desde abajo de mis pechos, los apretó suavemente y me preguntó si sentía algún tipo de dolor, le respondí que a veces un poco pero luego se iba. Sus manos seguían sobre mis tetitas y comenzó a girarlas de a poco, su respiración se intensificó y yo comenzaba a disfrutar aquello, me echó una sonrisa y comenzó a frotar mis pezones. Que sientes? Me preguntó. Creo que esto te está gustando, quiero que me digas, Te gusta esto? Me sentía avergonzado y a la vez quería gritarle (SI, me encanta), de nuevo volvió a repetir la pregunta y le respondí: Siii, Siii!!! Mucho!!!, casi perdiendo el equilibrio. Carlos comenzó a pellizcar mis pezones y repitió la pregunta otra vez: Y esto?
Sus dedos aumentaban y disminuían la presión sobre mis pezones, los retorcía un poco soltaba ligeramente para y luego tirar de ellos con suavidad hasta donde la piel se lo permitía.
Sii..!!! Volví a decirle casi ahogándome en mi propia saliva. Vamos hacer una prueba más, dijo sin soltar mis tetas.
Intentó aclarar su garganta y picando con su ...