Irene y sus primos
Fecha: 02/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Montes Federico, Fuente: CuentoRelatos
... nos fuimos (después que Julián me mandó a robar una botella de vino). Él era un poco más alto que yo, musculoso y atlético. Era jugador de rugby (de los flacos y lindos, no los gordos forzudos). Me llevaba tres años de edad y era mi amor platónico. Pensaba que jamás se iba a fijar en mi, pueblerina, tonta y chiquilina. Pero estar con él me encantaba.
- “¿Fue verdad lo que dijiste que no tenías novio?”, me preguntó cuando llegamos a la estación y nos sentamos en el viejo banco.
- “Si, de verdad. ¿para qué te voy a mentir?”, le contesté.
- “¿Son boludos los pibes de acá?”
- “Por qué decís eso”, protesté.
- “Porque dejan suelta a una potra como vos”, me dijo.
Yo lo miré (seguramente con una cara de pelotuda enorme) sin terminar de creer lo que me decía
- “¿Me querés joder?”, le dije.
- “No primita. Estás re buena. Siempre me gustaste, pero ahora, sos un minón”.
Yo no salía de mi asombro (y mi alegría). Creo que la sorpresa y la emoción me hicieron lenta, pero cuando sentí su brazo pasando sobre mi cabeza para abrazarme y con la otra mano tomó mi cara para besarme, creí que me moría de emoción. El beso no fue el mismo, inocente y rápido que nos dimos aquel verano. Sus labios se apretaron a los míos y su lengua buscó espacio para entrar en mi boca y recorrerla mientras sus manos me acariciaban mis pechos y mi cintura. Yo era de miel derretida. No quería que se acabara ese beso.
El me hizo levantar, me abrazó y siguió besándome y luego me llevó de la ...
... cintura, abrió la puerta y entramos en la vieja boletería, me puso de espaldas a él y empezó a besarme el cuello y a acariciarme los pechos. Una mano se metió por mi escote. Cuando la sentí abrazando mi teta y acariciando mi pezón el mundo entero era una sinfonía de sensaciones de placer. Empezó a desabotonarme el vestido (¡¡porqué no me puse el que se saca entero por arriba, puta madre!!) Mientras me acariciaba piernas, nalgas, y toda parte que alcanzaba. Creo que allí tomé dimensión exacta de las ganas que tenía de sentir un hombre y lo alborotadas que estaban mis hormonas.
Me vibraba todo el cuerpo al contacto de sus manos y en ningún momento pensé en pararlo. Me quitó el vestido dejándolo caer, me hizo correr de lugar, lo levantó y lo puso prolijamente sobre la mesa. Volvió a abrazarme, me sacó el corpiño y empezó a besarme los pechos y a chuparme los pezones (yo mientras puteaba por no haberme puesto mi bombachita más linda). Empezó a sacarse la camisa mientras nos besábamos, se sacó rápido los mocasines y el pantalón, puso su ropa en el piso y me acostó sobre ella. Me acarició y besó en la boca, en el cuello, en mis tetas y solo lo dejé hacer y disfrutaba todo. Me saco suavemente la bombacha y el se sacó el boxer.
Yo tenía ganas y vergüenza o temor de mirar y ni sabía que hacer o como moverme. El me abrazó. Me besó y me acarició, sus dedos empezaron a jugar en mi entrepierna mientras yo cerraba los ojos y me entregaba a lo que sea que pase, a lo que sea mientras ...