Una Buena Ocasión 5 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 5

... que les gusta, ¡Plash! ¡Plash! y no hace falta que te diga que esto es cosa de hombres, que no se entere nadie. - le dije cambiando mi cara, a muy serio, después de abofetear sus dos buenas tetas otra vez, y sobárselas estirándole los pezones, con ella mordiéndose el labio.

-Si, si, tranquilo que no diré nada. - me dijo atemorizado, viendo la mano de Sonia, que le agarro del pantalón y se lo llevó al cuartito de la lavadora.

Sonia le sonreía, pensando en qué hacer con ese gordito tímido, que tantas tardes le había mirado el escote embobado, y se agachó para ver como calzaba. Fermín, contra la pared, no decía nada, solo sonreía y temblaba. Y en cuanto noto la boca de Sonia meterse su polla y sus huevos dentro, chupando y jugando con su lengua, se empezó a empalmar, pero se corrió enseguida entre saltitos y temblores, con los ojos en blanco, al fin por una mamada.

Pero Sonia ya lo esperaba, y siguió como si nada, con las manos de Fermín intentando apartarla, pero ella le agarraba el culo y le decía que no con la cabeza. El pobre Fermín no tenía escapatoria, se revolvía con la sensibilidad de su virgen polla, pero no tardo en volver a empalmar del todo, y empezar a gozar hasta que Sonia la vio lista y le llevo con ella, levantando su falda, dejando caer sus braguitas y sentándose en la lavadora, con Fermín amasando sus enormes pechos y notando el fuego que tenía Sonia en su coñito.

Andrea me esperó con las cámaras ya encendidas, con un camisón minúsculo, que ...

... resaltaba aún más sus buenas tetas y su cuerpazo. Me sonrió al entrar y me puso la mano como para que me detuviera.

-¿Qué pasa? Había una nota, dice que tardara un rato en volver. - le expliqué desnudándome y dejandola hablar.

-Ahora empiezo la emisión, pero empiezo sola, ¡Madre mía!-. dijo al ver mi polla ya empalmando.

-¡Pero tío! Es enorme…- dijo pensando en lo que le esperaba.

-Tranquila, se cómo usarla, no temas. ¿y qué haces, me presentas?, bueno a ella que yo tampoco quiero que se me vea la cara.- le dije.

-Si, eso. Aquí nadie sale mostrando la cara salvo yo, además les pone más. Tengo antifaces también, ¡pero venga vamos!, que me has puesto nerviosa ¡jajaja!.- y le dio a una tecla, esperando a que se conectara gente, jugando con sus tirantes, sonriendo maliciosa y viciosa. Mi polla empezó a subir al verle actuar asi de zorrita, a la joven empresaria exhibicionista.

No tardo en tener unos cientos mirándole y tocándose, las cubanas con Fermín nunca se empezaban porque ella ponía un mínimo de donaciones. Y enseguida le preguntaban por el chico.

-¡Hola, chicos y chicas!, hoy bajo el mínimo para la cubana, pero subo el de la mamada. Pero cuando veáis el aparato de mi nuevo compañero, vais a querer más ¡jajaja!.- les dijo con voz dulce de guarrilla.

Enseguida empezaron a pagar, y cuando le salto el aviso me dijo:

-Ven grandullón, ponte aquí que la vean.- y me llevo de la cintura mirando que solo saliera la polla de perfil. Puso su cara detrás y saco la ...