Una Buena Ocasión 5 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 5

... toco la campana, y salimos todos de clase. Andrea no decía nada, y antes de dos minutos Fermín pensó que sería con ella, el pobre ya estaba hecho un flan. Y al llegar a la puerta de Andrea, le dije al oído:

-Cuando te avise, vienes. Pero no hables fuerte al entrar a la casa.- y el pobre iluso asintió nervioso, y se despidió de Andrea mirándole diferente.

-¿Qué tramas? No me pienso liar con él, ¡ya te lo digo!.- me soltó en cuanto él estuvo a distancia.

-Que no tonta, hoy grabamos nuestra escena ¿ya tienes guion, o pasando? Le dije viendo como abría los ojos.

Pero recordó su comentario en nuestra discusión, y me dijo:

-Joder, como te acuerdas de lo que te interesa. Lo dije sin pensar.- me dijo deseándolo, viendo como le brillaban los ojos.

-Vamos a tu habitación y te lo piensas mejor. -le dije mirándola igual.

No le hizo falta el sillón eléctrico para subir a su habitación, noto como le recorría su culo con descaro, se lo magreaba con ella mirándome sin poder decir nada, y la pegue a mí, cogiéndola en brazos. Casi le muerdo un pecho para saber cómo los tenía de duros, pero había tiempo para eso. Soltó una risa y dijo:

-¡Jajaja! Ya te iba a decir que te veía más cachas, pero como tardabas tanto en levantarme, pensaba que no ¡Jajaja!

-Hay que poner bien la mano, que te puedes caer ¡jejeje!.- le dije aguantando las ganas de morderle el pecho a dos dedos de mi boca

- ¿Y mi madre?. - preguntó al darse cuenta.

-No sé, ahora bajo a ver si hay alguna ...

... nota.- le dije dejandola en la cama y desabrochándole el pantalón tejano, haciéndola reír otra vez.

Se dejaba hacer, mirándome ya melosa, me llegó el olorcito de su coño empapado, y casi le abro de piernas. Me lo vio en la cara, y se mordió los labios mirándome, sonriendo al ver mi polla empujando ya el pantalón. Pero le azoté un muslo, y fui a seguir con mi plan con el buen Fermín.

Se dejo caer en la cama resoplando y muy cachonda mirando el techo, pero recordó a sus suscriptores, y se puso a ello.

Su madre me esperaba como le había ordenado, y al entrar en la cocina le agarre los pechos con fuerza, notando sus pezones duros que me esperaban, y la bese diciéndole:

-Te traigo otro “yogurin”, y sin estrenar. Déjalo seco, y tendrás esto. - le dije frotando mi paquete en ella, que enseguida lo agarró con muchas ganas.

Le liberé los pechos y se los empecé a morder, con ella acariciando mi nuca y mi polla, y le dije:

-Que no se le oiga, que estaremos con un trabajo y no se puede oír ruido de fondo.- y cambie de pecho, con ella asintiendo muy rápido, de lo bien que lo pasaba con mi boca, sin dejar de pajearme sobre el pantalón con ansias.

Le dejé las dos tetas igual de cachondas, y salí a llamar a Fermín. No tardo ni dos segundos en hacer veinte metros. Le hice pasar, y cuando lo lleve a la cocina y vio a la madre de Andrea tan arreglada y mirándole tan diferente, alucinó, pero alucino más cuando me acerque a ella y le saque las tetas diciéndole:

-Dales caña ...