Una Buena Ocasión 5
Fecha: 03/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... dándole un beso en el cuello, y yéndome.
Sonia me esperaba en la cocina, y me cogió de la cintura besándome, dejando que le amasara el culo con fuerza.
-Mañana me dedicare a este ¿Qué tal tu nuevo “yogurin”?.- le dije notando como me la frotaba pidiéndomela con los ojos.
-Bien, me ha hecho ilusión, no sabes la de veces que lo había pillado mirándomelas ¡jajaja!- reímos los dos.
No me la soltaba, y yo su culo tampoco, pero podía bajar su hija en cualquier momento. Y aunque oyéramos la silla de la escalera, no habría parado de follarle ese enorme culo que tenía pendiente. La solté, se lo expliqué, con ella entendiéndolo, le mordí un pecho y me fui medio empalmado.
De camino a casa sonreía pensando en Andrea y su virginidad, y más risa me dio pensar en la cara que debía llevar el pobre Fermín. Parecía que me había fumado un porro, riendo solo por la calle. Llegue a casa, y ahí estaba la futura sumisa, otra vez en pijama con su portátil en el sofá.
No se giró, ni me saludó, y me quede tras ella en el sofá, viendo sus pechos subir y bajar cada vez más agitados, esperando que le haría. Le empecé a masajear los hombros, y le dije:
-¿Otra vez en pijama a las 7 de la tarde? yo encantado, te define el culo a la perfección.- y le masajeaba el cuello, volviendo a bajar a sus hombros, sin dejar de mirar sus buenas tetas subir y bajar con su respiración ya agitada.
No decía nada, movía el cursor como si leyera la pantalla, pero le mataba no saber que le haría. ...
... La solté y me fui a la cocina, mirando arriba sin escuchar la música de Berta.
-No esta, está en la “pelú”.- me dijo sin mirarme.
Mi polla empezó a despertar al saber que estábamos solos, y abrí una cerveza, encendiendo un cigarro del paquete que le robé a Sumía, sin que se diera cuenta con el calentón.
-¡¿Ahora fumas?! ¡madre mía, jajaja!. - exclamó al verme.
-Para ti no es un cigarro, es como un reloj en cuenta atrás.- le advertí mirándola a los ojos.
Movió la cabeza negando, y su coñito le empezó a palpitar, estaba perdida y lo sabía. Le dio una pequeña risa nerviosa, sin que lo pudiera impedir, ni ocultar mucho, y notaba mis ojos clavados en todas sus curvas.
Cuando oyó el grifo apagar el cigarro, y la papelera abrirse y cerrarse para tirarlo, sintió el calor de su coñito más aún, de rodillas en el sofá, con el portátil en modo Tablet, cerraba con fuerza las piernas y podía notar su clítoris duro y preparado. Tenía calor, y vio que me acercaba otra vez por detrás del sofá, y me paraba a su altura.
Vio bajar mi mano entre sus pechos y agarrar la camiseta del pijama, subiéndola lentamente. No hacía nada, no decía nada, pero dejo el portátil a un lado y levanto los brazos pensando que se la quitaría, pero no, le tape la cabeza, le junte los brazos en alto y se los até con la camiseta, que le tapaba la cabeza.
-¡Plash! ¡Plash!.- sonaron dos bofetones en sus pechos, y noto como se los sacaba sin miramientos del sujetador, y le estiraba los pezones ...