1. El gordo y fuerte señor dueño de un Border Collie 1


    Fecha: 06/06/2025, Categorías: Incesto Masturbación Sexo con Maduras Autor: ssss, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Los llenaba, le quedaban apretados. Su paquete era abultado pero no redondo salido hacia afuera, no. Era caído y por un lado de la entrepierna se le notaba abultado también. “Bueno, sigo con el paseo. Adiós” se despidió seriamente atando en corto a su perro. “Ciao” contesté alzando el brazo. Me que observando como caminaba de espaldas. Era masculino, mucho; pero a la vez, caminaba con cierta elegancia. Yo continué hacia la parada del autobús.
    
    Durante el resto de aquel día no dejé de pensar en mi encuentro con Leko y su señor propietario. Aquel señor me había llamado mucho la atención. No, más que eso. Me había deslumbrado. Quería volver a verle. ¿Pero cómo? No sabía quién era, ni dónde vivía, además era casado y estaba claro que era heterosexual por lo masculino de su comportamiento. Estaba acostumbrado a ver señores y fijarme en ellos. Después en mi intimidad fantaseaba y me masturbaba pensando en ellos pero nunca había estado con ninguno. Incluso algún padre de amigos míos había sido blanco de mis deseos, pero nunca se hacían realidad por temor a ser descubierto.
    
    En la Uni había hecho migas con un chico llamado Alberto. Me gustaba su forma de proceder. Era abierto, claro y extrovertido al contrario que yo. Vestía bastante moderno para lo que se veía por la Facultad, y por un lado de su cabeza llevaba el pelo rapado. Escuchaba música inglesa, en su mayoría electrónica, pop y rock que me fue descubriendo y yo fui degustando con sapiencia poco a poco. Cuando ya ...
    ... intimamos más, un día que estábamos en su casa escuchando música y charlando de cosas varias surgió el tema sexo, y me confesó que era gay pero que no iba declarándolo a voces por ahí, y que por lo tanto, quedara aquello entre nosotros. Aquella revelación fue para mi como algo caído del cielo. De repente tenía un amigo gay al que podría contarle mi secreto. Al principio dudé si hacerlo pero eran mucho más fuertes mis ganas de poder compartir mi sexualidad con alguien que el miedo a que me tacharan de desviado. Le confesé que era bisexual y que nunca había estado con un hombre, cosa que no pareció creerse del todo. Me interesé por sus experiencias sexuales y él por mis fantasías entre las que se encontraba, por supuesto, el señor propietario de Leko. Alberto me dijo que había estado con hombres maduros casados pero que prefería jóvenes. En un momento dado de la charla llevó su mano a mi cara y friccionó su dedo gordo contra mis labios diciéndome que era guapo. Alberto era delgado, blanco de piel igual que yo, un poco más bajo de mi estatura y atractivo. Yo al notar su insinuación me separé lentamente explicándole que sólo me atraían las chicas y los hombres cincuentones o más viejos. Lo entendió muy bien porque nunca jamás volvió a intentar algo conmigo. Es algo extraño la atracción sexual entre personas.
    
    Durante el primer cuatrimestre, aparte de Alberto, también hice otros amigos: Sara y Sebas. Sara era un bómbon, rubia y ojos verdes pero yo no estaba en ese momento para líos de ...
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