1. Amor inesperado de una joven casada. 5


    Fecha: 06/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos

    ... pierna?
    
    - Tengo la piel muy sensible – le dije evitando responder su pregunta tan comprometedora.
    
    - Lo sé. Toda tu lo eres.
    
    Las yemas de sus dedos pasaban muy despacio por mi muslos y cerré los ojos unos segundos disfrutando de ese contacto.
    
    - Siento que estás excitada y te cuesta reconocerlo. Me pongo en tu situación y debe ser complicado asimilar que un hombre de ochenta años te haga sentir así. Tú cuántos tienes? Treinta y cinco?
    
    - Treinta y seis – le dije sin apartar la vista de mi pierna - Eduardo …
    
    - Dime…
    
    Le había prometido a Carmen que nunca estaría con él sino estaba ella presente. Mi corazón me decía que me levantara y detuviera ese momento pero mi cuerpo decía que me dejara allí sentada.
    
    - Tiene razón y me sorprende que con su edad me haga sentir esas cosas. Me gusta mucho todo lo que me hace y su forma tan delicada de tocarme pero… Carmen no está aquí y no sería justo.
    
    - Mi mujer lo entenderá – me dijo – Ella sabe lo mucho que me excitas. Mira…
    
    Agarrando mi mano la llevo lentamente a su pantalón. Estaba muy excitado y desprendía mucho calor. Mi firmeza de no hacer nada con él se debilitaba al sentir su erección.
    
    - Se que te gusta mucho el sabor de mi polla.
    
    Escucharlo decir esa palabra me hizo sentir un escalofrío. Él, un hombre tan educado y cariñoso, nombrando a su sexo de forma tan vulgar me dio morbo y sin darme cuenta cerré los dedos sobre el pantalón.
    
    - Tienes razón – me dijo – Mi mujer no está aquí y precisamente por ...
    ... eso no tienes que tener vergüenza. Dime… Te gusta mi polla?
    
    - Si. Ya lo sabe.
    
    - También se que te gustan mis testículos. Te llaman la atención, verdad?
    
    - Si – le reconocí.
    
    - Tócalos. Quizás los notes más grandes que otras veces porque llevo una semana sin tener relaciones con mi mujer.
    
    Le hice caso y bajé la mano. Tenía razón y se notaban grandes.
    
    - Si no quieres hacer nada más, lo entiendo, pero te pediría por favor que aunque sea me hagas una paja. Lo necesito, Mónica.
    
    Me dio tristeza verlo así. Pidiendo, casi rogando, que le hiciera una paja y calmara su estado. Lo miré pensativa.
    
    - Vale, te haré una paja – le dije levantándome del sofá y arrodillándome entre sus pies.
    
    Nerviosa le bajé el pantalón y vi que su bóxer estaba mojado recordándome a mis bragas o las de Carmen cuando estamos muy excitadas y mojamos nuestras prendas íntimas de forma muy abundante. También se lo bajé y ante mi apareció su sexo totalmente duro, apuntando al techo. Lo tenía mojado y brillaba. Miré sus testículos y tenía razón, estaban más grandes que las otras veces. Acercando mi mano abierta la puse debajo y tanteé su peso. Estaban llenos.
    
    Antes de agarrar su miembro lo miré y me gustó ver su cara. Saber que le iba a ayudar a calmarse había transformado su gesto y ahora parecía contento.
    
    Cerré los dedos sobre el tronco y comencé a mover la mano. Primero despacio haciéndolo suspirar, por momentos lo hacía rápido, y me gustaba ver su polla. Con la claridad del día la ...