1. Dos pares de gemelas (16)


    Fecha: 07/06/2025, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... con “las manos en la masa”, lo primero que preguntó fue cómo lo había tomado Elsa, en parte la compadecía pues había sido víctima del prepotente de su ex, al decirle que iba a vivir con Soledad se extrañó que no viniera a mi casa, aunque entendía que volver“con el rabo entre las piernas” no era plato de buen gusto.
    
    Fina me conocía lo bastante para saber que yo no la recibiría mal, al revés, procuraría hacerle olvidar los malos ratos que había pasado, con mis mejores“artes”, pero pensó que a Elsa le interesaba pasar una temporada“alejada” de los recuerdos para recomponer su cabeza. Fina no sabía hasta qué punto mi prima necesitaba una buena polla, pero no le llevé la contra.
    
    En cambio me preguntó por la chiquita que había seducido en el almacén, la pobre estaba sofocada cuando salió a la tienda y se encontró con mi prima enfurecida. La buena disposición de Cintia y la mano izquierda de Marta convencieron a la joven de que ella no tenía culpa de nada y que sólo era un error de juventud.
    
    Quien pagó cara su aventura fue Joaquín que perdió el empleo, la confianza y encima estaba pagando los plazos de su coche nuevo. También temía, con buen acierto, que pronto se correría la voz y en los comercios vecinos se enterarían de la“ausencia” y el motivo del despido de Joaquín.
    
    Yo tenía ganas de ver a mi prima, aunque pensaba que debía darle tiempo para calmarse. Hablé con Susa, desde debajo de ella, como siempre, y se lo pregunté, la hija estuvo conforme con mi teoría y ...
    ... se lo dijo a su madre, ella agradeció mi oferta de volver, aunque también vio el cielo abierto cuando Soledad le enseñó la habitación libre con su cama(sin decirle que allí follábamos cada vez que iba)
    
    Teresa se preocupaba de los preparativos de la boda, aunque todavía no estaba definida la novia, la más accesible era Azucena, por lo menos con más instinto maternal, en ella teníamos todas las esperanzas, a mi me gustaban las dos, aunque se me hacía cuesta arriba no sentir ese“revoloteo de mariposas” que dicen los enamorados.
    
    Físicamente las dos hermanas eran fabulosas, quien no conociera mi caso diría que era un afortunado de la vida, pero para mí era un triste deber. La pelirroja de Rosa era una chica más alegre y despreocupada, pero en el tema del sexo lo tenía muy claro, prefería a su hermana por encima de todo, mi reto era convencer a las dos, primero que yo cabía en esa pareja, y luego…
    
    En cambio con su madre no tenía problemas, la mujer estaba de buen ver y deseaba quedarse embarazada con mucha ilusión, y lo mejor era que estaba empeñada en conseguirlo y lo cierto era que yo ponía todo mi empeño en ello.
    
    Tal era el grado de“acuerdo”, que las hijas me animaban a follar con su madre con la esperanza de tener un heredero, según la voluntad de su difunto padre. Me hubiera gustado poder decirle a D. José, de haber vivido, que iba a ser“padre”, y no me extrañaría, que lo habría aceptado muy bien, era una bellísima persona y quería mucho a su familia y a mí, por ...
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