1. Dos pares de gemelas (16)


    Fecha: 07/06/2025, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... del resultado del reencuentro. Sé que le habría hecho feliz saberlo, pero también sabía que la alegría de Susa se demostraba en mi cama y sobre mí, como siempre.
    
    Está claro que las mujeres cuando quieren algo son súper eficientes, Teresa estaba tan ilusionada en la boda de“sus” hijas que se dedicaba en cuerpo y alma en prepararlo todo, estaba pendiente de los progresos de la casa nueva, de las cortinas, de los muebles, de todo, yo no me enteraba de nada, ella sola lo llevaba todo cara adelante, ni sus hijas se percataban de sus proyectos, lo único que faltaba era decidir cuál de las dos se animarían en casarse y por supuesto tener un hijo mío.
    
    En la competencia, claramente iba aganando Azucena, la morena le daba mucha importancia a la maternidad y eso a Teresa y a mí nos encantaba, en cambio Rosa, ni se lo planteaba, para ella eso de ser madre… no iba con ella.
    
    Entre las tres hacían planes sobre el vestido de novia, porque se quería vestir de blanco con una larga cola y bla, bla, yo me conformaba con un traje bueno oscuro y el resto no me preocupaba. Ellas iban y venían procurando que no fallara ningún detalle
    
    En una de las cenas que nos juntamos los cuatro, Teresa sacó el tema, esperando que se decidiera cual de las dos estaba dispuesta a casarse conmigo y por lo tanto“sacrificarse” para tener un hijo. Azucena seguía deshojando la margarita, por una parte le hacía ilusión, ya se veía por ahí con una panza prominente acudiendo al médico para descubrir el sexo del ...
    ... bebé, Teresa y yo nos miramos esperanzados, aunque con un comentario que hizo, nos quedamos helados.
    
    Teresa parecía que cuanto más difícil lo veían sus hijas, estaba más convencida de que la preñara a ella, siempre que iba a su casa era difícil que no me vaciara en su coño, parecía que me esperaba, ya no se ocultaba mínimamente de sus hijas, y a veces cuando llegaba, ella misma les gritaba a las dos diciendo que estaba follando conmigo y cómo se la tenía hundida, pero las gemelas… nada de nada, seguían a lo suyo.
    
    Era una pena, porque en los otros coños no tenía problemas, Marta en la primera ocasión que tenía me llamaba para que fuera a su casa, allí sin muchos preámbulos, follábamos casi con violencia, su hija Cintia era más… elegante, aunque al final, gritaba casi como su madre.
    
    No digamos de Fina, que muchos días me invitaba a comer en su casa, la chica me hacía un pase de modelos con sus prendas nuevas que acababa de comprar y al terminar se las quitaba todas para follar sin límites.
    
    Con Susa cada vez lo hacíamos menos, en su trabajo le hacían viajar mucho, cada vez estaba tomando más experiencia y la mandaban a cualquier evento, aunque cuando estaba en casa me contaba todo lo ocurrido en su habitual forma de contar…, follándome.
    
    Con Soledad y Elsa habíamos hecho un“pacto” casi perfecto, entre ellas se habían puesto de acuerdo y cuando necesitaban una buena sesión de polla me llamaban, había pasado de follar a Soledad a follar a las dos al mismo tiempo, eso ...
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